Son demasiadas cosas importantes las que sucedieron en las elecciones municipales y autonómicas de ayer, 22 de mayo. Para explicarlas en claves manejables, he aquí un resumen de esos hitos en textos de no más de 140 caracteres.
Las encuestas acertaron: el PP ganó al PSOE con un margen de 10 puntos: 37,54% contra 27,79% de los votos.
La abstención no aumentó sino que disminuyó: del 36,03% de 2007 al 33,77% en 2011.
El PSOE perdió un millón y medio de votos: de 7.760.000 a 6.264.000.
El PP creció en medio millón de votos: de 7.916.000 a 8.462.000.
De las 13 autonomías en disputa, el PP ganó el 10.
El PP gana en Castilla-La Mancha, Madrid, Murcia, La Rioja, Cantabria, Valencia, Castilla y León, Baleares, Ceuta y Melilla.
Es la mayor victoria del PP en municipales y autonómicas de la historia.
El PSOE trata de mantener Extremadura.
Los socialistas han pasado de dominar en 24 ciudades a solo cuatro.
Tras más de 30 años de hegemonía, el PSOE perdió la alcaldía de Barcelona: ahora es de CiU.
La coalición vasca Bildu, Eusko Alkartasuna, Alternatiba obtuvo 1.138 concejales en País Vasco y Navarra gracias a 313.000 votos.
El más votado en País Vasco fue el PNV: pero al no triunfar en los pueblos obtuvo solo 882 concejales (menos que Bildu)
Con 464.000 votos, el partido de Rosa Díez (UPyD) obtiene 152 concejales y un alcalde. En Madrid, 5 concejales.
Por primera vez en la historia, el PP domina todas las capitales andaluzas.
A pesar de haber perdido 120.000 votos y 3 concejales, Gallardón mantiene la mayoría absoluta en la alcaldía de Madrid.
Esperanza Aguirre mejora sus resultados en la autonomía de Madrid: 72 escaños (cinco más que en 2007).
Francisco Alvarez-Cascos será posiblemente el presidente de Asturias: tiene 16 escaños, y el PSOE 15. Cascos pactará con el PP.
A pesar de los supuestos casos de corrupción, Francisco Camps (PP) sigue con mayoría absoluta en la comunidad de Valencia.
Dolores de Cospedal (PP) desaloja a Barreda (PSOE) de Castilla-La Mancha.
IU ganó 200.000 votos más y tendrá 2.229 concejales.
Zapatero dijo: "Estos resultados tienen una clara relación con la crisis", pero no habrá elecciones anticipadas.
Rajoy fue el único líder del PP que para celebrar la victoria no exigió elecciones anticipadas.
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