Elecciones del 24-M: adiós al bipartidismo, llega la política del pacto

    • Los comicios abren una nueva época política que pone a prueba la capacidad de los partidos para entenderse.

Un ciudadano deposita su voto en unas elecciones (archivo)
Un ciudadano deposita su voto en unas elecciones (archivo)
Lainformación.com

El bipartidismo enfrenta en las próximas horas su capacidad de supervivencia ante los partidos que han irrumpido como un huracán en el escenario político y que, si se cumplen los pronósticos, dejarán los resultados electorales más fragmentados de la democracia.

Los partidos han llegado a este 24-M tras una campaña bronca, quizás, la más intensa que se haya vivido hasta ahora y sin duda marcada por la estrategia del "fuego cruzado", del todos contra todos. La incertidumbre se registra también en las encuestas, trufadas de empates técnicos y datos ajustados. Un escenario abierto en el que adquieren un papel determinante dos factores: el dato de participación y la papeleta final de los indecisos. Será, también, el día que mida el músculo electoral de las plataformas que en las municipales han recogido el despertar ciudadano inaugurado con Podemos: en la capital, Ahora Madrid, liderada por la juez Manuela Carmena, en Barcelona, BComú, de la activista antidesahucios Ada Colau.La nueva política-mosaico

Si algo se puede anticipar con claridad ante la jornada electoral es que los resultados serán los más fragmentados que se hayan conocido en la historia de la democracia. Ello, por la aparición de nuevas fuerzas, en especial Podemos y Ciudadanos, partidos que han fracturado un espacio político hasta ahora dominado en exclusiva por PP y PSOE, y también porque el votante de mañana no es el mismo que en las elecciones hasta ahora vividas en España: llega a las urnas con el golpeo aún muy vivo de la más árida crisis económica que ha sufrido nuestro país, el descontento por las políticas de ajuste del Gobierno y el aire nuevo de dos partidos que por primera vez imprimirán sus siglas en las papeletas (salvando los pasados comicios andaluces).

Sin embargo, esos resultados dejarán también unos escenarios fragmentados y seguramente sin un claro ganador. Una vez conocidos los escrutinios, entrará en juego la 'política de pactos'. Nunca antes los partidos se han visto en tanta necesidad de dialogar, llegar a acuerdos y negociar. Según los datos que hasta ahora han venido ofreciendo los sondeos-la presidenta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal, es la única que podría ver revalidada su mayoría absoluta- las alianzas de partidos-hasta ahora no despejadas por ninguna formación-serán urgentes para permitir la gobernabilidad.

Por tomar un ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid, donde se avanza un empate técnico entre la candidata 'popular', y presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, con un 34,5% de los votos y 22-23 concejales- a 6-7 de la mayoría absoluta- y la candidatura municipalista de Ahora Madrid- formada por Ganemos y Podemos y encabezada por la exjueza Manuela Carmena, que se quedaría en segundo lugar, con entre 13 y 14 concejales y el 20,8% de los votos.El poder de los indecisos

Entre un 30 y un 45% de los españoles, según el CIS, no sabe qué papeleta introducirán en la urna. Su elección final, sin duda, será decisiva. Según las encuestas elaboradas por algunos periódicos, la cantidad de votantes que piensan su voto hasta última hora puede llegar a los tres millones. Lo suficiente para, en un escenario que se prevé ajustado, decantar la balanza hacia uno u otro partido.

De ahí que buena parte de los mensajes que se han escuchado en esta campaña hayan sido, precisamente, para tratar de conquistar este voto. "Si creen que votando a otros, votan al PP, que se lo piensen. ¿Qué garantías tienen de que ese voto no vaya a parar a otras manos?", decía el expresidente, José María Aznar, mientras el líder socialista, Pedro Sánchez, llamaba ayer a "concentrar" el voto en los socialistas para derrotar al PP. "A quienes quieren cambiar las cosas, pero dudan a quién votar, le pido que concentremos el voto del cambio en el PSOE, que es el único partido que puede ganar al PP", aseguró en su mitin de cierre de campaña.

Pablo Iglesias, líder de Podemos, les ha invitado a subirse en la "marea morada". La única capaz, ha repetido en campaña, de echar a los "mafiosos" de las instituciones. "Si quieres cambio, vota cambio, y si estás encantado de la vida, vota PP, PSOE y CiU, que son infalibles en que nada cambie. Si queremos que las cosas cambien hay que coger una papeleta distinta a lo que tenemos", ha defendido Albert Rivera, presidente de Ciudadanos.Cambio y corrupción

Han sido, sin duda, los argumentos más insistentes en esta campaña. El término "cambio" ha estado presente en todos los discursos. Del "cambio" a secas defendido por Podemos, al "cambio sensato" de Ciudadanos, o al "cambio seguro" de los socialistas. "El enemigo del cambio es la frivolidad", cargó Rajoy contra los partidos emergentes. Los populares han optado por la línea contraria: la de la continuidad de las políticas del Gobierno, las únicas, han reiterado, que pueden garantizar la recuperación de los datos económicos.

La corrupción, una especie de mal endémico de la política, ha emergido con fuerza también en el argumentario de campaña y todos los partidos se han afanado en exponer su posición firme para luchar contra ella. Algunas medidas les ha hecho coincidir, como la obligatoriedad de que los cargos autonómicos publiquen su patrimonio o que los contratos se hagan públicos. Otras, en cambio, como la reducción de aforamientos o la limitación de mandatos, los diferencian con matices.

Pese a estas intenciones, los ciudadanos han mostrado su escasa confianza por la intención real de los políticos de hacer frente a estos escándalos. El PSOE ha presumido en campaña de publicar en su web las declaraciones de bienes de todos sus candidatos autonómicos y municipales. Sin embargo, lo hace únicamente con los de los municipios de más de 20.000 habitantes, y tal y como informó este periódico, de forma incompleta en muchos casos (algunos candidatos ni siquiera hacen públicos sus depósitos en cuentas corrientes pese a declarar que tienen firmadas.

Rajoy eludió el tema en su visita a Valencia, penúltimo mitin de campaña, para arropar a su 'alcaldable' Rita Barberá y al candidato a la Generalitat, Alberto Fabra. El mismo día en que Fiscalía abría diligencias de investigación a la primera por sus gastos de representación, tras una denuncia de Compromís. El presidente esquivó el asunto y se dedicó a colmarla de piropos por su gestión. A Fabra, por la "profunda regeneración" llevada a cabo en el PP regional, en referencia a la suspensión de militancia al presidente del partido en la provincia de Valencia, Alfonso Rus, también investigado por el presunto cobro de comisiones.El "todos contra todos"

Nunca antes la estrategia de campaña había estado tan difusa. En primer lugar, por la incapacidad para apuntar con claridad a un adversario: PP contra Podemos, Ciudadanos y PSOE. PSOE, contra Podemos, Ciudadanos y PP. Ciudadanos, contra PP, Podemos y PSOE. En fin, el "todos contra todos" ha caracterizado una campaña áspera, en el que los diferentes líderes se han ocupado más del ataque que de la propuesta.

Contra los emergentes, Rajoy ha enfatizado la experiencia de su partido. "La buena voluntad no basta para gobernar, se necesita además experiencia y mucha cordura", dijo en una de sus intervenciones. A Podemos y Ciudadanos los ha tachado de "sopas de letras", "ensaladas de ocurrencias", "tertulianos, comentaristas y productos de márketing", "frívolos" y "demagogos". Contra el PSOE, ha engrasado la memoria de la crisis. Responsables, repitió en sus mítines, "de una etapa de pesadilla". Contra Ciudadanos, el PSOE ha sacado a relucir argumentario fiscal para criticar que sus propuestas castigarían a los que menos tienen…. Contra el PP, Podemos ha afilado artillería pesada: "ladrones", "corruptos", "gentuza", "traidores de la patria"… hiló Pablo Iglesias en un mismo mitin. "Las cosas hay que cambiarlas sin romperlo todo", afeó por su parte Albert Rivera, en referencia a la formación 'morada'… Una campaña, en fin, propia de un 'Juego de Tronos'.La pérdida de peso de los nacionalismos

Estos comicios tendrán también una lectura de cara a los comicios catalanes del próximo 27 de septiembre. La irrupción de los emergentes ha puesto en jaque las expectativas de CiU, partido que, en Barcelona, se disputa un ajustado liderazgo con la plataforma de Colau. Ciudadanos, ya con nueve diputados en el Parlament, ha ganado también fuerza en el Consistorio, donde, de acuerdo a los sondeos, se situaría en tercer lugar.

La posible pérdida de esta plaza, estratégica para las ambiciones soberanistas, ha hecho que Artur Mas intervenga finalmente en la campaña. Lo hizo en el último día de campaña, en un acto conjunto con el alcalde Xavier Trías, "Si Barcelona nos da la espalda no podremos salir airosos, porque es nuestro capital", advirtió sincero. El candidato de ERC por Barcelona, Alfred Bosch, pidió también el voto para su partido para que sea la capital catalana "la que lidere" la consecución de la independencia de Cataluña. Mas podría replantearse incluso la celebración de estas elecciones, según estos resultados.

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