Elecciones Generales 2011. Rubalcaba, ¿el líder más breve del PSOE?

Los 110 diputados que ha conseguido el candidato socialista son la mayor derrota en la historia del PSOE. Ni las peores encuestas vaticinaban una debacle de estas características. La marca Rubalcaba, el que fuera el miembro del Gobierno mejor valorado por los ciudadanos, no ha podido con la herencia que ha dejado la 'era Zapatero'. Su candidatura apenas ha durado seis meses.

¿Y ahora qué? se preguntan muchos. ¿Qué va a pasar con Rubalcaba? Muchos pensaban que el candidato socialista se marcharía al igual que hizo Joaquín Almunia en 2000, cuando obtuvo 125 escaños. Rubalcaba se ha quedado lejos de esa marca y, por ahora, no se ha ido.

Anoche, el candidato marcaba la hoja de ruta que debe seguir el PSOE. Congreso ordinario lo antes posible y mientras a hacer oposición. Parecía que hablaba como líder, aunque siempre utilizaba el plural. Y se le vio solo, muy solo. Ni Zapatero ni ningún peso pesado del PSOE dio la cara junto a él.

Algunos apuntaban a una dimisión inmediata del candidato. Pero hay que tener en cuenta varios elementos: Rubalcaba no tiene ningún cargo del que dimitir en el seno del partido (Almunia era secretario general). Es un mero diputado. Y en el PSOE necesitan a alguien con voz que desde el Congreso plante cara a un todopoderoso Rajoy en esta nueva era. Al menos, de momento. A corto plazo.

"Necesitamos una refundación". Es lo que más se repetía anoche en Ferraz. Por eso, cuanto antes el congreso ordinario, mejor. Los socialistas han sido muy vapuleados. Necesitan recomponerse. Tener de nuevo un líder. Por eso, febrero es la fecha que más fuerte suena para celebrar ese cónclave de donde debe salir el sucesor de Zapatero.

La lucha por el poder en el PSOE será dura. ¿Estará en ella Rubalcaba? Quienes le conocen bien destacan que es un hombre que vive por y para la política. Pero son muchos los que pueden postularse para la Secretaría General.Carme Chacón ya renunció una vez a la lucha por el pdoer. No lo hará un segunda. Y hay más 'pesos pesaos' en el partido. No hay que quitar ojo a Patxi López. Al lehendakari le puede quedar muy poco al frente del Gobierno vasco y es un voz respetada en el PSOE. Fue él quien pidió un congreso extraordinario para elegir el candidato socialista a las generales.

Del todo… ¿a la nada?

Lo ha sido todo en el PSOE y en el Gobierno. Y ahora puede quedarse sin nada. El que fuera ministro de Interior, vicepresidente, portavoz del Gobierno y mano derecha de Zapatero hasta que le movió la silla, ya se lo olía. Para no pillarse las manos, días antes de que acabara la campaña dejaba la puerta abierta a su salida: 'mi contrato llega hasta el 20N, luego ya veremos' , vino a decir el candidato socialista.

Tras artimañas que no han gustado a buena parte de los militantes del PSOE, Rubalcaba se quitaba de encima a Carme Chacón y este verano se convertía en el nuevo líder socialista. Adiós Zapatero, hola Rubalcaba. Pero su protagonismo ha sido breve. Muy breve.

Dejó a su antecesor, a aquel que le ascendió a lo más alto, aquel que confió en él, en un segundo plano. Le arrinconó, le escondió durante la campaña. Esta semana Zapatero le devolvió el golpe filtrando que convocará un congreso a principios de 2012 para elegir nuevo secretario general. Anoche él mismo pedía ese congreso.

También Carme Chacón se ha 'vengado' insistiendo en el mensaje de que España está preparada para tener una mujer presidenta. Después vinieron los "mimitos" y las fotos juntos en Cataluña... pero los abrazos y los halago no podían ocultar la tensión.

Casi todo en su contra

A Rubalcaba le ha salido todo al revés en los últimos meses. Sobre todo por la economía. En el PSOE contaban con que adelantar las elecciones a noviembre coincidiría con datos positivos. Y no es que haya salido mal, sino peor: la EPA del tercer trimestre arrojaba casi cinco millones de parados; estamos a la puertas de una nueva recesión (España creció un 0,8% frente al 1,3% que preveía el Gobierno); desde Bruselas nos dan toques de atención sobre nuestra previsiones y el consumo interno no tira.

La guindilla la puso la famosa prima de riesgo, con máximos históricos pocos días antes de las elecciones. Y hasta el fin de ETA, del que es uno de los principales responsables, ha pasado desapercibido.

Tampoco su campaña ha sido la más acertada: aunque llegó a dar cinco o seis mítines al día, se ha hecho muchas fotos con viejas glorias del PSOE (Felipe González, Alfonso Guerra) frente a un PP insistiendo en el mensaje de cambio. Se le ha visto enfadado, peleón e incómodo en muchas ocasiones. Y su insistencia en el miedo a la derecha ha beneficiado más a Izquierda Unida.

Rubalcaba es un buen atleta, sí. Ha resistido, ha logrado imponerse a sus adversarios; e incluso en ocasiones alcanzó el podio. Pero la medalla de oro no será para él.