Valencia, 2 dic.- Trabajadores del Palau de les Arts de Valencia han colocado hoy, antes del estreno de "La Bohème", lápidas funerarias con nombres de óperas representadas en otras temporadas y que, según sostienen, no volverán a ser disfrutadas por el público por los recortes que el Gobierno valenciano pretende aplicar.
Los empleados han continuado así las movilizaciones iniciadas hace casi un mes con la primera ópera de la temporada, "Rigoletto", para protestar por los recortes de personal en un futuro Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que, según el comité de empresa, puede afectar a un 40 % de los 284 trabajadores.
La Generalitat ha planteado la puesta en marcha, a partir de enero de 2013, de CulturArts, un nuevo ente público que integrará a todos los organismo autonómicos existentes en materia de música, ópera, teatro, danza y cine.
En declaraciones a Efe, miembros del comité de empresa del auditorio valenciano se han mostrado en contra de esta "fusión" en tanto que supondrá, según han denunciado, privatizar los servicios ofrecidos y, de algún modo, "matar la cultura".
También comportará una reducción del presupuesto dedicado a cultura, que se traducirá en eliminación de "numerosos puestos de trabajo", han aseverado.
A las puertas del Palau de Les Arts, antes del estreno de la ópera de Giacomo Puccini "La Bohème", la segunda de la temporada 2012-2013, los empleados han trasladado al público la "situación límite" en la que se encuentran, y le han "prevenido de una política de recortes que mermará de la calidad de los espectáculos" ofrecidos.
Tanto músicos como técnicos y administrativos han colocado en los accesos al auditorio lápidas funerarias con el nombre de los compositores y las obras programadas en Valencia en temporadas anteriores y que, "de llevarse a cabo los recortes, (el público) no podrá volver a ver y disfrutar", así como una silueta en cartón al estilo de la "Castafiore" del cómic Tintin.
Fuentes del comité de empresa han destacado a Efe que estas protestas "no van a la contra, sino que se plantean a favor de un proyecto que dé continuidad al Palau de les Arts y lo haga económicamente viable", y han señalado que se trata de una "huelga a la japonesa, sin afectar a las representaciones, por respeto al público".
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