Empleados públicos de Costa Rica marchan en defensa de sus derechos

Los gremios del sistema de salud, el magisterio nacional, las universidades y del gobierno central, entre otros, marcharon pacíficamente unos cinco kilómetros entre el centro de la ciudad y la Casa Presidencial, en el sector sureste.

"Fuera manos de mi salario", decía una manta que portaba una maestra de educación primaria, "no al modelo neoliberal" expresaba un cartel en manos de una enfermera, mientras bandas estudiantiles y cimarronas (orquestas populares) animaban la marcha.

La manifestación fue convocada por un bloque de sindicatos de empleados públicos en respuesta a las iniciativas de algunos partidos políticos que proponen uniformar los salarios del sector para atenuar el déficit fiscal.

Costa Rica enfrenta, desde hace unos ocho años, un creciente déficit fiscal que para 2016 se proyecta en un equivalente al 6,7% del Producto Interno Bruto (PIB).

El gobierno del presidente Luis Guillermo Solís ha propuesto reformas tributarias que permitirían una mayor recaudación fiscal, pero la oposición política rechaza esa salida e insiste en medidas de recorte al gasto.

Entre tales propuestas destaca la eliminación de beneficios laborales que los trabajadores públicos han conquistado a lo largo de décadas, mediante la negociación de convenios colectivas.

Pese a lo concurrido de la protesta, no se sumaron a la marcha los poderosos sindicatos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) y de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Sitrapequia), que han programado su propia manifestación para el próximo 26 de octubre.

El ministro de Trabajo, Víctor Morales, dijo que las protestas sindicales no se justifican porque el gobierno está abierto al diálogo y ha convocado tanto a los gremios laborales como a los patronales a una mesa de conversaciones para buscar puntos de coincidencia y resolver los problemas.

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