En libertad con cargos el marroquí detenido por llamar a la yihad en Facebook

Madrid, 12 abr.- El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha dejado en libertad al marroquí Ridouan B.O, de 23 años, detenido el pasado martes en Ulldecona (Tarragona), aunque le mantiene imputado por un delito de enaltecimiento del terrorismo islamista acusado de alentar a la "yihad" en su página de Facebook.

Según han informado hoy fuentes jurídicas, Pedraz le dejó ayer en libertad, aunque con medidas cautelares: la prohibición de salir de España, retirada de pasaporte y la obligación de comparecer semanalmente.

El juez le acusa de un delito de terrorismo del artículo 579 del Código Penal, consistente en "la distribución o difusión pública por cualquier medio de mensajes o consignas dirigidos a provocar, alentar o favorecer" un delito terrorista, castigado con penas de entre 6 meses y dos años de cárcel.

La detención de este joven marroquí, en el marco de la operación "Kafka", se produjo al detectar los Mossos d'Esquadra que colgaba enlaces en su página de Facebook alentando a la yihad y a cometer atentados terroristas.

La investigación, instruida por Pedraz, se inició el verano de 2011 a raíz de la publicación de unos comentarios difundidos en su perfil de la red social donde ensalzaba a reconocidos líderes terroristas yihadistas como Ahmed Yassin (líder de Hamás) o el fallecido Osama Bin Laden.

En estos mensajes animaba a sus seguidores a realizar actos terroristas y aprovechaba para lanzar proclamas contra Occidente, Estados Unidos y la comunidad judía.

El día de su detención se procedió a la entrada y registro en su domicilio en Ulldecona, donde los mossos intervinieron para su posterior análisis un ordenador, tres lápices de memoria, varios CD, DVD y casetes, libros y algunos manuscritos.

Como hechos relevantes de la actividad de Ridouan B.O. relacionados con el yihadismo, los agentes han podido constatar durante la investigación que el detenido mantenía contactos y relaciones con otros líderes radicales yihadistas de fuera de España, a través de internet, por teléfono o, incluso, directamente en algunos de los viajes que realizaba a países centroeuropeos.

Además, en su perfil llegó a tener más de 300 personas adheridas de todo el mundo, a las que animaba a luchar por el Islám y a convertirse en muyahidines.