Enjuiciarán a acusado de robar, violar y matar a estadounidense en Nicaragua

  • Una jueza de Managua admitió hoy una acusación en contra del nicaragüense Fernando Antonio Aburto Reyes, presunto autor del asesinato de la estadounidense Karen Colclough, y acordó enjuiciarlo a partir del 23 de junio próximo, informaron las autoridades.

Managua, 5 may.- Una jueza de Managua admitió hoy una acusación en contra del nicaragüense Fernando Antonio Aburto Reyes, presunto autor del asesinato de la estadounidense Karen Colclough, y acordó enjuiciarlo a partir del 23 de junio próximo, informaron las autoridades.

La jueza del quinto distrito especializado en violencia de Managua, Henriette Casco, decidió este lunes sentar en el banquillo de los acusados al sospechoso para que enfrente un juicio oral y público por los presuntos delitos de robo, violación y asesinato en contra de la estadounidense.

El nicaragüense dio muerte por asfixia mecánica a la estadounidense luego de robarle una cámara fotográfica en una playa contigua a un centro turístico ubicado en la costa del Pacífico de Nicaragua, 65 kilómetros al sur de Managua, según la versión policial y la acusación del Ministerio Público.

Colclough, de 37 años y miembro de un equipo de voluntarios de la iglesia de Jackson Hole, de Wyoming (EE.UU.), se separó el 11 de abril pasado del grupo con el que se hospedaba en el centro turístico para hacer unas fotografías y se salió del perímetro de seguridad del hotel de la playa.

Luego, cuando intentó retornar, la marea estaba alta y el paso obstaculizado. Entonces, según la acusación, Aburto Reyes se le acercó supuestamente para ayudarla a regresar al centro turístico, pero en el camino se desvió, le arrebató la cámara, la golpeó, la violó y la asfixió provocándole la muerte.

Durante la audiencia inicial, la defensora pública Ana Lidia Úbeda alegó que no existen pruebas directas ni científicas para incriminar al nicaragüense.

La jueza rechazó esa petición bajo el argumento de que deberá ser demostrado o no en el juicio.

La Policía nicaragüense dio con el principal sospechoso porque vendió la cámara fotográfica a bajo precio a un vecino del lugar y, además, porque presentaba rasguños en sus brazos.

La estadounidense había sido reportada como desaparecida en la comunidad de Montelimar, en el municipio de San Rafael del Sur, departamento de Managua, donde fue hallada muerta.

Estaba en Nicaragua por una misión de voluntariado social en la zona central del país.

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