Erdogan se acerca a su sueño de mantenerse en el poder hasta 2023

Dogan Tilic

Ankara, 11 ago.- Con su victoria del domingo en la primera ronda de las elecciones presidenciales, el actual primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, acaricia su sueño de mantenerse en el poder hasta 2023, cuando la República de Turquía celebra su centenario.

El político conservador lleva años hablando de su "visión para 2023": Situar a Turquía entre los diez países más poderosos del mundo.

"Hoy, los objetivos de 2023, 2053 y 2071 están más cerca de nosotros. Fundamos el AKP hace 13 años. No podemos dar suficientes gracias a Dios. Hemos participado en nueve elecciones y salimos victoriosos de todas ellas", saludó el presidente electo a sus seguidores la noche electoral.

Las tres fechas marcan efemérides esenciales de la Historia de Turquía, que Erdogan aspira a que se celebren con su islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP) en el poder.

La primera es el centenario de la fundación de la República Turca sobre las cenizas del Imperio Otomano.

La fecha de 2053 marca 600 años desde la toma de Constantinopla a manos de los otomanos.

Y en 2071 se cumplen 1.000 años de la batalla de Manzikert, en las que los turcos selyúcidas vencieron a las tropas bizantinas y comenzaron su penetración en Anatolia.

Erdogan no ha ocultado que su objetivo es ser reelegido dentro de cinco años y seguir liderando al país hasta 2023 para continuar con los "pasos de gigante" que, asegura, Turquía ha dado con el AKP en el poder.

"Tenemos un brillante futuro. Nuestro país tiene el potencial de ser una de las grandes potencias de la región y del mundo. Seguiremos avanzando hacia nuestros objetivos de 2023 y construyendo Turquía de la mano de nuestra nación", declaró en el último congreso del partido, en diciembre de 2012.

"Una gran nación, una gran potencia, visión para 2023", es el eslogan del AKP desde entonces.

Con su acumulación de triunfos, Erdogan es el dirigente turco que más poder ha acumulado desde el fundador de la República, Mustafá Kemal Atatürk, y uno de los políticos que más tiempo ha estado de forma ininterrumpida en la cumbre del poder.

Pero si Erdogan quiere controlar en persona el camino hacia 2023, tendrá primero que modificar la Constitución para dar a la Presidencia un poder ejecutivo del que ahora carece.

Si en la actualidad el jefe del Estado es un puesto eminentemente representativo y ceremonial, el nuevo presidente quiere un sistema parecido al estadounidense o al francés, con control sobre el Gobierno y capacidad de decisión en temas fundamentales.

Para modificar la Carta Magna, el AKP tendrá que lograr en las legislativas de 2015 una mayoría parlamentaria suficiente.

Muchos analistas han destacado hoy que el 51,8 por ciento de los votos que Erdogan recibió ayer domingo no serían suficientes para tener esa mayoría cualificada.

Con cambio constitucional o sin él, el nuevo presidente ha dejado claro que usará todas las atribuciones de su cargo, como la posibilidad de convocar y presidir las reuniones del Gobierno.

De hecho, muchos analistas mantienen que Erdogan seguirá manejando el poder desde la Presidencia a través de un primer ministro "marioneta".

El nuevo jefe del Gobierno podría ser justamente Abdullah Gül, el presidente saliente y cofundador del AKP junto a Erdogan, en una maniobra de enroque parecida a la organizada por el presidente ruso, Vladimír Putin, cuando abandonó el cargo entre 2008 y 2012 para ejercer como primer ministro.

Pero la visión de Erdogan va más allá de 2023. Su deseo es que su legado sea recogido por una nueva generación que mantenga al AKP en el poder hasta 2071.

"Vuestro objetivo es 2071, mis jóvenes compañeros. Si Alá lo permite, nosotros construiremos 2023 y vosotros 2071", pidió en un discurso a las juventudes de su partido.