España, Italia y Portugal debaten qué hacer para relanzar su industria

Óscar Tomasi

Lisboa, 11 feb.- Convertidos en países especializados en servicios, España, Italia y Portugal comparten el objetivo de lograr que el sector industrial vuelva a ganar peso en su economía como antídoto a futuras crisis.

Bajo esta premisa, las más altas autoridades de los tres países, con los jefes de Estado a la cabeza, se reúnen mañana en Lisboa con empresarios y científicos en el marco del IX Encuentro de la Fundación para la Innovación Tecnológica Cotec, donde pondrán en común estrategias y propuestas para avanzar en este propósito.

Justo cuando el temporal que ha supuesto la crisis parece amainar, España, Italia y Portugal afrontan el reto de pensar a medio y largo plazo en su futuro dentro del contexto europeo, y la llamada "reindustrialización" juega un papel fundamental.

Así lo explicó hoy, en declaraciones a Efe, el patrono de la Fundación Cotec España, Álvaro de Orleans-Borbón, quien destacó algunos de los beneficios de la industria para la economía.

"Ocupa a personal cualificado y aumenta el valor añadido de nuestro sector productivo", recordó el dirigente de Cotec.

En el caso español, la industria representa actualmente en torno a un 13 % del PIB, lejos del 18 % que ocupaba a principios de este siglo y del 20 % que fija como meta la Comisión Europea.

De Orleans-Borbón reconoció que alcanzar esta cifra "no es fácil", aunque se mostró confiado en que la cita lisboeta contribuirá a ello.

"Los países con una industria más desarrollada presentan menores tasas de paro y exportan más", argumentó por su parte José Luis Angoso, director de Innovación de la multinacional especializada en Tecnología y Defensa Indra.

Con España, Italia y Portugal por detrás de la media europea en valor per cápita de su industria, en su opinión todos sufren de un "déficit de competitividad que es necesario corregir".

"Los países con mayor peso de su industria en el PIB son más resistentes a los ciclos económicos adversos", dijo a Efe Angoso, quien comparó este proceso de "reindustrialización" con la reforestación de los bosques, que permite "proteger de la erosión y evitar la desertización".

El consejero delegado para España y Portugal del grupo industrial 3M, Jorge López, se mostró convencido de la necesidad de un "cambio en las políticas económicas y gubernamentales para incentivar la creación de un tejido industrial sólido, con potencial exportador".

López recordó que en España el peso de la industria llegó a suponer el 30 % de su economía en los años setenta, y puso como ejemplo a seguir a Alemania, donde hoy supone una cuarta parte de su PIB.

En este propósito de relanzar su industria, empresarios, científicos y autoridades destacan el papel que desempeña el I+D (innovación y desarrollo), una apuesta eternamente repetida pero que no siempre acaba por desarrollarse.

"Para hacer realidad esta apuesta, hace falta que se creen incentivos estatales y que gobiernos, universidades y empresas se comprometan a llevarla a cabo", recalcó López.

La presidenta de la compañía de biotecnología Genetrix, Cristina Garmendia, hizo hincapié en intensificar las relaciones entre el sector público y el privado como parte clave de las políticas de desarrollo e innovación.

Garmendia, bióloga de formación y que fue ministra de Ciencia y Tecnología entre 2008 y 2011 durante el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, abogó por que el Estado no se limite a "dejar toda la iniciativa a los empresarios" y vaya "más allá".

"Hay que alinear las demandas públicas y la generación de capacidades industriales", subrayó.

España, Italia y Portugal pondrán en común sus experiencias durante este IX Encuentro Cotec, un foro cuyos orígenes se remontan a 1992, cuando un grupo de empresarios decidió lanzar esta iniciativa -a sugerencia del Rey de España, Juan Carlos I- para "promover" la I+D e incrementar la sensibilidad social por la tecnología.

Italia en 2002 y Portugal un año más tarde decidieron crear instituciones homólogas, y en 2005 nació Cotec Europa, que tiene como principal meta contribuir a que las políticas de innovación de los tres países y de la propia UE se adapten a las características de sus sistemas productivos.