España toma el mando de una Europa amenazada por la crisis

  • El Gobieno español asume la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea con dos retos fundamentales: la recuperación económica y un nuevo impulso en el liderazgo y la influencia de los Veintisiete en el mundo.
Agencias
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España toma a partir de este viernes el mando semestral dela Unión Europea con el reto de despejar las dudas en el camino dela recuperación económica y del empleo, y de reforzar la capacidadde liderazgo e influencia de los Veintisiete en el mundo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tendrála responsabilidad de poner en marcha el Tratado de Lisboa, el nuevomarco comunitario que ha logrado revitalizar a la UE después demeses de incertidumbre política y económica.

Desde la adhesión en 1986, es la cuarta ocasión en la queEspañaejerce la presidencia de turno del Consejo de la UE -el órgano detoma de decisiones que agrupa a los distintos Consejos de Ministroseuropeos-, después de los precedentes de 1989 y 1995, con FelipeGonzález, y de 2002, con José María Aznar, coincidiendo con lapuesta en circulación del euro.

El mandato de España inaugura una etapa, puesto que el rol delpaís encargado de coordinar las políticas europeas cada semestre sedebilita con los nuevos cargos del Tratado de Lisboa: el presidenteestable del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, y la AltaRepresentante para la Política Exterior, la británica CatherineAsthon. Al pasar a ser los rostros e interlocutores de la UE ante elmundo, Zapatero ya no será el encargado de lidiar con las crisissobrevenidas, al estilo que encumbró al presidente francés, NicolasSarkozy, cuando tuvo el timón europeo en el segundo semestre de2008.

El jefe del Ejecutivo también verá rebajado su protagonismo alceder a Van Rompuy la dirección de las cumbres, aunque conservará elprimer plano en las previstas en España, entre ellas las de EstadosUnidos, América Latina, Unión por el Mediterráneo y Marruecos. Además de una intensa agenda -350 reuniones en España-, Zapateroha preparado un ambicioso programa político para el semestre, quetendrá como principal prioridad la salida de la crisis y trazar elmodelo de crecimiento económico para la próxima década.

Nuevo horizonte para Europa

En medio de una mayoría de gobiernos de centro-derecha y de unhorizonte de empleo pesimista, Zapatero aspira a trasladar a Europalos pilares que quiere para construir el futuro de España:formación, nuevas tecnologías, educación, energías limpias yprotección para el trabajador. También está dispuesto a recortar las ayudas fiscales y al sectorprivado para aligerar el alto déficit público, siempre que 2010transcurra de mejor manera de lo que apuntan las previsiones.

La seguridad es otro de los retos de la presidencia, cuyo estrenoviene acompañado del frustrado atentado de Al Qaeda en EstadosUnidos y de los planes de ETA de aprovechar el altavoz europeo parasalir de su letargo.

El fortalecimiento de la cooperación antiterrorista centrará lanueva agenda de trabajo que la UE debe consensuar con Estados Unidosen la cumbre a la que asistirá su presidente, Barack Obama, afinales de mayo en Madrid. Esta cita servirá para calibrar si la UE es capaz de hablar deigual a igual a potencias como Estados Unidos o China y de extendersu imagen de unidad a otros capítulos de la política exterior, porencima de los intereses nacionales de los Veintisiete.

España pretende contribuir a ello haciendo valer su buenainterlocución con regiones como el Magreb y Oriente Próximo, dondeespera resultados tangibles que ayuden al mismo tiempo a desperezara la adormilada Unión por el Mediterráneo.

Turquía: la cuestión pendiente

Otros objetivos en este campo serán acercar un poco más a Turquíaa la UE -frente a la resistencia de Francia y Alemania- y poner enfuncionamiento el servicio diplomático de la UE en abril.

Zapatero quiere dejar como impronta su empeño por hacer de laigualdad un compromiso europeo en todas sus vertientes, en especialen la lucha contra la violencia machista.

La inmigración y el cambio climático ocuparán igualmente un lugarrelevante en la agenda de trabajo, compartida por primera vez conlos dos países que sucederán a España en los siguientes doce meses-Bélgica y Hungría-, en lo que se ha venido en llamar el trío depresidencias.

Para el éxito de estos retos, el PP ha brindado todo su apoyo,aunque el devenir de la política interna y el plan del ministro deAsuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, de ablandar la políticaeuropea hacia Cuba podrían abrir algunas grietas en el pacto.

El presupuesto para los seis meses ronda los 90 millones de euros, unos 20 millonesmás de lo que Aznar gastó en 2002 cuando la UE tenía quince socios.

El telón de la presidencia se levantó la pasada medianoche con un acto en la Puerta del Sol y la iluminación de edificiosemblemáticos en un amplio número de ciudades, en un intento deespabilar el tradicional europeísmo de los españoles ante unsemestre que marcará el futuro de la UE.

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