Eta. El fiscal pide 319 años de cárcel para dos etarras por el asesinato del general justo oreja


El fiscal Pedro Rubira pedirá mañana, jueves, en la Audiencia Nacional sendas penas de 319 años de cárcel para los etarras Juan Luis Rubenach y Gorka Palacios, a los que acusa de participar en el asesinato del general de brigada Justo Oreja, que tuvo lugar en Madrid el 28 de junio de 2001.
Rubira hará esta petición en el juicio que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebrará a partir de las 10.00 horas de mañana contra Rubenach y Palacios, a los que atribuye un delito de asesinato terrorista, 17 en grado de tentativa y dos delitos adicionales de estragos terroristas.
El escrito del representante del Ministerio Público asegura que los dos acusados, junto con los etarras Ana Belén Egües y Aitor García, ya condenados por estos hechos en 2006, formaban el comando “Buru Ahuste” de ETA, que operaba en Madrid.
Palacios y Egües se encargaron de realizar los seguimientos y obtener la información necesaria para llevar a cabo el atentado contra Oreja. Los miembros del comando robaron un coche e introdujeron en su interior tres artefactos explosivos.
En la noche del 27 de junio Rubenach estacionó el coche en las inmediaciones del domicilio de la víctima, en el noreste de Madrid. En la mañana del día siguiente los etarras sacaron una bicicleta de montaña del maletero del coche y montaron en ella uno de los artefactos explosivos, compuesto por tres kilos de dinamita, y lo ocultaron con una bolsa negra.
García cogió la bicicleta y la ató con una cadena a una farola próxima al domicilio de Oreja. El etarra se ocultó un poco más abajo de la calle y activó el explosivo al paso del general.
La explosión hirió de gravedad al militar, que murió un mes después en el hospital. También provocó heridas a 17 transeúntes y cuantiosos daños materiales en vehículos y viviendas.
Los etarras abandonaron el vehículo en la calle Doctor Arce de la capital. Los Tedax tuvieron que proceder a la explosión controlada de los dos artefactos que quedaban en el coche.

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