Eta. María san gil dice que salió corriendo tras el asesino de gregorio ordóñez, pero que no recuerda su cara


La expresidenta del PP del País Vasco María San Gil relató este miércoles en la Audiencia Nacional cómo salió corriendo tras la persona que disparó contra el concejal popular Gregorio Ordóñez en un céntrico restaurante de San Sebastián, pero señaló que no logra recordar ni su cara ni su aspecto físico.

San Gil hizo estas declaraciones en su comparecencia como testigo en el juicio que la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebró contra el etarra Juan Ramón Carasatorre, acusado de ser uno de los autores materiales del asesinato Gregorio Ordóñez, perpetrado el 23 de enero de 1995. El fiscal encargado del caso, Daniel Campos, solicitó un total de 30 años de prisión para el etarra, al atribuirle un delito de asesinato con los agravantes de premeditación y disfraz.
La expresidenta del PP vasco, que en aquella época era la secretaria personal de Ordóñez y que se encontraba comiendo con el concejal cuando fue asesinado, explicó que vio cómo entró alguien en el restaurante y cómo esa persona le ponía una pistola en la nuca al dirigente popular. “Se le desfiguró la cara, cayó al suelo, sali corriendo detrás del agresor, pero no me acuerdo de su cara”, dijo.
San Gil explicó además que Ordóñez no tenía “costumbres fijas, era imprevisible”, y señaló que el 23 de enero de 1995 se dirigieron al restaurante "La Cepa" sin advertir que se les estaba sometiendo a vigilancia. Al abandonar la sala no hubo cruce de miradas entre San Gil y el etarra Carasatorre.
En la vista oral también declararon Enrique José Villar e Icíar Urtasun, que también acompañaban a Ordóñez en el restaurante en el que fue asesinado pero que tampoco pudieron ofrecer al tribunal una descripción gráfica del asesino. Urtasun acertó a decir en su declaración por videoconferencia que la persona que disparó llevaba un chubasquero rojo y que se cubría la cara con una capucha.
También compareció como testigo un camarero del restaurante, quien dijo que vio entrar en el local a un hombre con chubasquero y capucha y que pensó que venía a traer “algún género”. Momentos después le vio salir “con la pistola en la mano”.
RESTAURANTE EN EL CENTRO
El fiscal sostuvo en el juicio que Carasatorre, junto con el que más tarde se convirtió en máximo dirigente militar de la banda terrorista Francisco Javier García Gaztelu, alias “Txapote”, y el etarra Valentín Lasarte, ambos ya condenados por estos hechos, decidieron asesinar al concejal del PP de San Sebastián.
Para preparar la acción terrorista, Lasarte estuvo vigilando los movimientos del concejal durante el mes de enero de 1995, anotando sus horarios de entrada y salida en el Consistorio donostiarra, y comunicó a sus compañeros del “comando Donosti” que la mejor hora para atentar contra el dirigente del PP vasco era a mediodía.
El 23 de enero de 1995, Lasarte observó sobre las 14.00 horas cómo Ordóñez abandonaba el Ayuntamiento y entraba en el restaurante “La Cepa”, acompañado por María San Gil, Enrique José Villar e Icíar Urtasun.
Lasarte se dirigió hasta el piso franco que el comando tenía en la ciudad y comunicó a “Txapote” y Carasatorre que en ese momento podían “ejecutar la acción”. Los tres terroristas se desplazaron hasta el restaurante.
Sobre las 15.30 horas, “Txapote” y Carasatorre entraron en el restaurante cubriéndose las caras y uno de ellos disparó a bocajarro a la nuca de Ordóñez, causándole la muerte. Los etarras huyeron del local a la carrera.
Además de los 30 años de prisión, el fiscal pidió que se condene a Carasatorre a indemnizar con 500.000 euros a los herederos de Ordóñez. Solicitó además que se le imponga la prohibición de residir en San Sebastián por un periodo de cinco años tras cumplir la condena.
SE NIEGA A PARTICIPAR
Carasatorre se negó a participar en el juicio. “No voy a responder a nada”, dijo al inicio de la vista oral. En la vista declaró también como testigo el etarra arrepentido Valentín Lasarte, quien, más allá de reconocer que en la época pertenecía a ETA y que era compañero de comando de Carasatorre y “Txapote”, no aportó ningún detalle sobre el asesinato.
En la misma línea se pronunció García Gaztelu, quien repitió una y otra vez que no recuerda los detalles del atentado.
La viuda de Ordóñez, Ana Iribar, llegó a la Audiencia Nacional sobre las 9.45 horas arropada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el consejero de Presidencia, Interior y Justicia, Francisco Granados, y la delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid y número dos de la candidatura popular a la capital, Ana Botella.
En el interior de la sala de vistas de la Audiencia Nacional estaban la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo y la expresidenta de los populares vascos María San Gil, quien declaró como testigo.
Además de la Fiscalía, han ejercido la acusación en el juicio la viuda y el hijo de Ordóñez, la Abogacía del Estado, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el Ayuntamiento de San Sebastián y el PP.

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