ETA responde con celeridad a los escasos emplazamientos públicos de Batasuna

  • La respuesta de ETA, tan sólo dos días después, al requerimiento de la izquierda abertzale para que cesara definitivamente la violencia sigue un guión que se ha repetido invariable en las escasas ocasiones en las que Batasuna ha emplazado públicamente a la organización terrorista.

San Sebastián, 20 oct.- La respuesta de ETA, tan sólo dos días después, al requerimiento de la izquierda abertzale para que cesara definitivamente la violencia sigue un guión que se ha repetido invariable en las escasas ocasiones en las que Batasuna ha emplazado públicamente a la organización terrorista.

Desde que el martes el histórico dirigente abertzale Rufi Etxeberria expresara la adhesión "decidida y firme" de este sector político "a todos y cada uno" de los puntos de las conclusiones de la conferencia sobre el final del terrorismo celebrada un día antes en San Sebastián, todos los partidos y observadores daban ya por hecha la publicación inminente de un comunicado de la banda terrorista en el mismo sentido, en cumplimiento de una pauta conocida.

El primer precedente de este esquema se remonta al 8 de enero de 2007, cuando todavía humeaban los escombros de la T-4, volada en el último día de 2006, en pleno "alto el fuego permanente" de ETA.

Entonces, el líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, convocó a la prensa en un hotel de San Sebastián para pedir directamente a ETA que mantuviera "intactos los compromisos y objetivos explicitados en su comunicado del 22 de marzo" del año anterior, cuando la organización terrorista anunció un alto el fuego "permanente".

Se trató de una declaración insólita, la primera ocasión -como admitió Otegi una semana después- en la que Batasuna, que habitualmente lanzaba todo tipo de exigencias y recomendaciones a los Estados español y francés, se dirigía directamente a ETA.

Hasta ese día, la izquierda abertzale siempre había argumentado que reclamarle a ETA que declarase una tregua no tendría respuesta, tal y como explicaba el propio Otegi en abril de 2002: "Nos dicen que podemos tener cierta influencia -en ETA- y eso es debatible, pero sabemos que una posición en ese sentido -pedir una tregua- nos impediría hacer avanzar las cosas".

Tras el impacto del atentado de Barajas, la izquierda abertzale emplazó públicamente por primera vez a ETA, cuya respuesta -que muchos entendieron como perfectamente coordinada con Batasuna- llegó al día siguiente, en un comunicado en el que aseguró que el alto el fuego seguía vigente.

A partir de estos hechos, la izquierda abertzale inició una reflexión que cristalizó en febrero de 2010 en el documento Zutik Euskal Herria, en el que apostaba por las "vías exclusivamente políticas y democráticas" pero en el que no se incluía ninguna demanda a ETA.

El siguiente emplazamiento se conoció el 3 de septiembre de 2010, cuando se hizo público el contenido de un documento elaborado conjuntamente por la izquierda abertzale y EA, el germen del Acuerdo de Gernika, en el que ya se incluía la petición de que ETA declarase un "alto el fuego permanente y con verificación internacional".

De nuevo, la respuesta llegó de forma casi inmediata, tan sólo dos días después, el 5 de septiembre, cuando ETA remitió un vídeo a la BBC en el que anunciaba un cese de las "acciones armadas ofensivas" que, según desvelaba, había decidido meses antes.

Ese texto inicial de EA y la antigua Batasuna derivó durante ese mes en el llamado Acuerdo de Gernika, firmado también por otras formaciones como Alternatiba y Aralar.

El 25 de septiembre se hizo público en la histórica villa vizcaína y en él figuraba un claro emplazamiento público a la organización terrorista, asumido, como firmante, por la izquierda abertzale: "La declaración de ETA de un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada".

La respuesta esta vez fue la más inmediata, ya que esa misma tarde el diario Gara adelantaba parte de una entrevista con ETA que publicó al día siguiente, en la que la banda expresaba su "disposición para un alto el fuego permanente y verificable, y también para ir más lejos", lo que ratificó posteriormente en el comunicado del 10 de enero de 2011.

Una vez más, la petición de la izquierda abertzale venía seguida por una respuesta rápida en el mismo sentido de la organización terrorista, un esquema que, elevado el listón ahora con la declaración de "cese definitivo", Batasuna y ETA han vuelto a repetir hoy.

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