Elena Puerta
Vitoria, 12 dic.- El regreso del PNV al Gobierno Vasco tras una legislatura dirigida por Patxi López, el único lehendakari socialista de la democracia, y la vuelta al Parlamento de la izquierda abertzale, son algunos de los hitos vividos en Euskadi en 2012, el primer año sin la violencia terrorista de ETA.
El nuevo panorama político surgido de las pasadas elecciones autonómicas vascas, en las que el PNV resultó nuevamente ganador y EH Bildu, coalición integrada por la izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba, se convirtió en la segunda fuerza parlamentaria, marcarán la política de la décima legislatura que acaba de comenzar.
Las dos fuerzas nacionalistas, que suman mayoría, podrían sacar adelante planes como el nuevo Estatus Político anunciado por el futuro lehendakari, Iñigo Urkullu, para 2015, y profundizar en la senda soberanista abierta en Cataluña.
Y es que en los pasados comicios vascos los socialistas sufrieron una importante pérdida de votos, después de verse obligados a adelantar a octubre la cita electoral al haber perdido el respaldo del PP que aupó a Patxi López a la Presidencia del Ejecutivo en 2009.
Tras el anuncio del fin de la violencia de ETA en octubre de 2011, siguió vigente el acuerdo PSE-PP que tenía como principal objetivo la lucha contra el terrorismo y la deslegitimación de la violencia en la sociedad vasca.
Pero las críticas del lehendakari a los recortes de Mariano Rajoy acabaron por romper en mayo pasado el entendimiento entre populares y socialistas, aunque hasta agosto no se produjo el anuncio del adelanto electoral.
Otra de las conclusiones de estos comicios es que la irrupción en el panorama político de EH Bildu fue menor de lo esperado en Gipuzkoa, feudo tradicional de la izquierda abertzale, donde, además, está gobernando en las principales instituciones.
La ausencia total de terrorismo, a excepción de algunos episodios aislados y esporádicos de violencia callejera con motivo de las protestas para reclamar la puesta en libertad del preso de ETA enfermo Iosu Uribetxebarria Bolinaga, ha marcado también este año.
De hecho, el terrorismo ha pasado a ser uno de los últimos problemas para la sociedad vasca, que sigue más preocupada por superar la crisis y el paro, que afecta ya a más del 15 por ciento de la población activa.
Por ello pasó casi inadvertida en noviembre la reunión de los promotores de la llamada Conferencia de Aiete de San Sebastián en la que se pretendía avanzar en los acuerdos adoptados hace un año, justo antes del anuncio del fin de la violencia de ETA, y reclamar la negociación entre la banda terrorista y los gobiernos español y francés.
La ausencia del terrorismo no ha relajado, sin embargo, la actuación policial contra ETA, ya que a lo largo de 2012 han sido arrestados 27 presuntos terroristas, la mayoría (16) en Francia, aunque también llama la atención el aumento de detenciones en el Reino Unido, cinco este año, la última de Raúl Fuentes Villota en Liverpool el 16 de noviembre.
También ha continuado el reconocimiento a las víctimas del terrorismo y, por primera vez, el Gobierno Vasco indemnizará a las que sufrieron violencia de origen político o abusos policiales entre 1960 y 1978, como es el caso de Ángel Otaegi y Juan Paredes "Txiki", los miembros de ETA muertos en los últimos fusilamientos del régimen franquista, cuyas familias percibirán 135.000 euros.
En el plano económico, la lucha contra la crisis ha guiado muchas de las actuaciones del Gobierno Vasco socialista, que se ha opuesto a la mayor parte de los recortes del Ejecutivo central en materia educativa y sanitaria, como el copago farmacéutico, y que acordó inicialmente abonar la paga extra de Navidad a sus 67.000 funcionarios, decisión paralizada por el Tribunal Constitucional y que será recurrida.
El paro y el empobrecimiento de la población ha tenido en Euskadi una de sus caras más dramáticas con el suicidio de Amaya Egaña en localidad vizcaína de Barakaldo cuando iba a ser desahuciada de su vivienda, drama que desencadenó numerosas protestas y propició cambios legislativos y reacciones en la banca.
Este año también se ha producido la fusión de las tres principales cajas de ahorro vascas, la BBK vizcaína, la Kutxa guipuzcoana y la Caja Vital de Álava, con el nacimiento de una nueva entidad, Kutxabank, al igual que ha ocurrido con la reciente integración de la Caja Laboral e Ipar Kutxa.
Con este panorama, el PNV afrontará una compleja legislatura en la que gobernará en minoría, lo que le obligará a tener cintura política para sacar adelante, con acuerdos a distintas bandas, sus proyectos para salvar a Euskadi de la crisis. EFE
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(Recursos de archivo en www.lafototeca.com 5774253 y otros)
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