Barcelona.- Tres ex trabajadores de las empresas de buzoneo New Letter y Letter Graphic, que entre 2007 y 2009 facturaron casi un millón de euros al Palau de la Música, han asegurado hoy que nunca vieron ningún documento relacionado con una campaña promocional de la entidad cultural.
Los ex empleados, que trabajaban en las áreas de maquinaria y manipulados de esas empresas hasta que en 2009 fueron despedidos, han declarado esta mañana como testigos en el juzgado de instrucción número 30 de Barcelona, que investiga el desvío de fondos del Palau de la Música.
La Fiscalía solicitó la declaración de estos trabajadores para contrastar los argumentos de los responsables de las empresas, que aseguran que el millón de euros de facturación -que los actuales gestores del Palau de la Música consideran que no están debidamente justificados- consistían en estudios de mercado para la captación de socios de la institución musical y el buzoneo posterior.
No obstante, los ex empleados de New Letter, que compartían espacio con los de sus empresas hermanas Letter Graphic y Mail Rent, han recalcado hoy que nunca observaron referencia alguna al Palau de la Música y que, pese a que trabajaban en las áreas de impresión y ensobrado, por sus manos no pasó ni un documento vinculado a una campaña promocional de la entidad cultural.
Según los testigos, que ya declararon en términos similares en la comisión de investigación del Parlament sobre el desvío de fondos, difícilmente les podría haber pasado desapercibida una campaña promocional de una tirada tan extensa como la que justifican los responsables de las empresas, con envíos a cerca de 110.000 clientes potenciales del Palau de la Música.
Como ya reconociera el propio administrador de New Letter, Pedro Luis Rodríguez, ante la comisión de investigación del Parlament, los testigos han explicado que la empresa de buzoneo ha trabajado para campañas electorales de CiU, PSC, ERC e incluso el Partido Socialista de Baleares.
No obstante, los ex trabajadores han precisado que en los últimos años, y entre el período 2007-2009 en que se emitieron las facturas sospechosas, New Letter sólo había realizado trabajos de buzoneo para CiU, concretamente con motivo de las campañas electorales de 2007, 2008 y 2009.
En su declaración ante la comisión del Parlament, Rodríguez, que empezó su comparecencia negándose a declarar y acabó contestando con evasivas, intentó desacreditar el testimonio de esos tres trabajadores -miembros de una misma familia- con el argumento de que mantienen un litigio en los tribunales contra la empresa a raíz de su despido.
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