Exministro Sánchez de León: El mejor homenaje a Suárez es el del pueblo

Mérida, 23 mar.- El abogado extremeño Enrique Sánchez de León, ministro de Sanidad y Seguridad Social entre 1977 y 1979, ha subrayado hoy que el mejor reconocimiento que está teniendo Adolfo Suárez es el del pueblo, mucho más importante, a su juicio, que el de las instituciones o el de las personas de la élite.

En declaraciones a Efe, ha considerado que Suárez se ha convertido en la persona más reconocida de la historia moderna de España, ha tardado mucho, porque no siempre fue así, ha lamentado.

En su etapa de gobierno, ha recordado, los políticos de la UCD eran para la derecha "rojos disfrazados" y para la izquierda "los mismos perros con distintos collares".

A su juicio, Suárez era muy buena gente, una persona con grandes sentimientos y sin ningún recoveco, y de gran encanto personal, además de sus virtudes políticas.

Consenso, renuncia, acercamiento al adversario e integridad, de no "caer en la tentación", como se achaca hoy a la clase política, ha comentado.

A pesar de ello, en su opinión, difícilmente se encuentre a una persona que en el momento de mayor responsabilidad haya sido tan combatida.

Entonces aquello parecía "degradare" pero "si se tienen en cuenta el jaez, el estilo o las intenciones de quienes le atacaban desde intereses estrictamente personales, ahora se hace justicia", ha añadido el exministro.

Le hicieron aparecer como un "inculto, un oportunista, un escalador", aunque en realidad, ha subrayado, era un hombre de gran vocación política que se encontró en un "momento único en un sitio único".

Para Sánchez de León, sobrevivió a esta situación con su propia "decapitación".

El político extremeño, uno de los fundadores de la UCD como secretario general de la Asociación Regional Extremeña, ha indicado que Suárez era muy amigo suyo y que antes de ser presidente ya comentaba "Enrique, cuando gobernemos...", porque tenía absoluta convicción de que iba a ser así.

Sánchez de León se dio cuenta de que Suárez no estaba bien la última vez que el político abulense pisó Las Cortes.

Se quejaba de pérdida de memoria y en un momento en que se pudo quedar solo con él, Suárez le comentó sobre su estado: "Mira, es que ha muerto Amparo", cuando todo el mundo sabía que su mujer había fallecido dos años antes.

Sánchez de León tiene colgado en la puerta de su despacho una pequeña nota manuscrita enmarcada, de un Consejo de Ministros al que llegó muy disgustado por una bronca que había tenido con el vicepresidente del Gobierno, Fernando Abril Martorell.

En el consejo, el presidente se levantó y le dejo sobre la mesa un papel doblado que decía "No estés triste Enrique, estoy contigo, tienes razón, las cosas siempre se arreglan, un abrazo".