Exposición mexicana intenta quitar el estigma a mujeres que deciden abortar

  • Ramas de perejil, agujas de tejer, botellas de lejía y una tumbona de playa haciendo de camilla recrean una sala clandestina de abortos como parte de una exposición en México que busca transmitir el sufrimiento que muchas mujeres padecen cuando no tienen recursos para interrumpir su embarazo.

México, 14 dic.- Ramas de perejil, agujas de tejer, botellas de lejía y una tumbona de playa haciendo de camilla recrean una sala clandestina de abortos como parte de una exposición en México que busca transmitir el sufrimiento que muchas mujeres padecen cuando no tienen recursos para interrumpir su embarazo.

"Se crea una clínica clandestina con el fin de que la gente se ponga en los zapatos de estas mujeres" que para abortar se ponen "en manos de médicos que a veces no son calificados" y en un entorno de riesgo, "no higiénico", dijo a Efe Linda Atach, directora de arte y difusión cultural del Museo Memoria y Tolerancia de la capital mexicana.

"Nuestros cuerpos, nuestras vidas. Cuatro décadas por el derecho (de las mujeres) a decidir en México" busca informar sobre el aborto y evitar la marginación y la discriminación que sufren las mujeres que deciden interrumpir el embarazo.

"Estamos viendo que estas mujeres de pronto llegan a ser criminalizadas, estigmatizadas por parte de sus familiares amigos y la sociedad que las rodea, entonces queríamos recoger este dolor, esta incertidumbre y este dilema humano que viven", añadió.

La muestra rescata también las consignas y las exigencias de la lucha que propició la despenalización del aborto en el Distrito Federal en 2007 y que ha permitido que más de 85.000 mujeres (con datos hasta agosto de 2012) se sometan a una interrupción legal del embarazo.

"Queremos que la gente entienda que el aborto no es un deseo, sino que desafortunadamente llega a ser una decisión muy difícil en la vida de una mujer, pero que sería mucho más dramática la llegada de un hijo no deseado", abundó Atach.

En la muestra hay una sección dedicada a la educación sexual y en la que participó Gabriela Rodríguez, directora de Afluentes, una organización que se encarga de formar en sexualidad a maestros.

"Ser mamá significa ser capaz de amar a alguien más que a uno mismo y cuidarlo hasta que sea autosuficiente (...). Si no se tienen las condiciones, interrumpir el embarazo es un gran acto de responsabilidad y, opuesto a lo que la cultura promueve al estigmatizar a estas mujeres, hay que valorarlas".

También participó en la muestra, que estará abierta hasta abril de 2013, Católicas por el Derecho a Decidir.

Según María Consuelo Mejía, directora en México de la asociación, en la exposición se dan a conocer también los argumentos de la Iglesia católica que justifican prácticas como el aborto en que "la dignidad de las personas está basada en el ejercicio de la libertad de conciencia".

La ley de la Iglesia, que es el Derecho Canónigo, dice que las mujeres que tomaron la decisión de abortar por motivos como la violación o por el peligro para la salud de la madre no son excomulgadas por la Iglesia Católica, señaló.

"Hemos hecho encuestas entre población católica sobre el tema de derechos sexuales, anticonceptivos, aborto... hemos encontrado que alrededor del 70 % de la población no está de acuerdo con lo que dice la jerarquía conservadora de la Iglesia sobre la moral sexual", dijo.

El 85 % de las mujeres que se practicaron un aborto legal en el Distrito Federal son católicas, aseguró Mejía.

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