Fabra declara que no quiere devolver ninguna competencia al Gobierno central

Madrid, 24 oct.- El presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, se ha mostrado hoy a favor de no devolver ninguna competencia a la administración central y se ha comprometido a cumplir el techo de déficit del 1,3 por ciento fijado para este año por el Ministerio de Economía.

Fabra se ha manifestado en estos términos durante un foro organizado por el diario "La Razón", en el que se ha visto acompañado por la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; el número uno de la lista electoral por Valencia, Esteban González Pons, y el presidente balear, José Ramón Bauzá.

Pero la presencia más comentada ha sido la del expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana, a quien no se le suele ver en actos de este tipo desde que accedió a Telefónica.

Fabra, en un contexto de contención del gasto, de austeridad y de racionalizar la administración que le corresponde ahora dirigir, ha prometido que la Comunidad Valenciana cumplirá este año el objetivo del déficit marcado por el Gobierno central, un 1,3 por ciento.

Muchas comunidades puede que no se acerquen a este techo, y la valenciana está entre ellas, por el volumen de gasto ya comprometido y la escasa movilidad de los ingresos.

Pero Fabra ha dicho que ese objetivo lo cumplirá su administración "por encima de todo", y a pesar de que "no queda margen para la alegría".

En esa lucha ha abogado por revisar las competencias que tiene atribuidas la comunidad autónoma, como la de Justicia por ejemplo, pero no para devolverla, algo que ha descartado -a diferencia de la presidente madrileña, Esperanza Aguirre, que sí ha pedido lo contrario-, sino para modificar su financiación.

Así, Fabra ha denunciado que la comunidad que preside sufraga aproximadamente el 80 por ciento de los gastos que genera esta competencia en el territorio, pero de los ingresos apenas ve un euro, ya que, según sus palabras, casi el cien por cien se lo lleva la administración central.

El presidente valenciano ha defendido entonces la corresponsabilidad entre administraciones.

También ha salido en defensa de los recortes que ha llevado a cabo en los presupuestos comunitarios, la suma de los cuales se sitúa en una cantidad 1.800 millones de euros menos que la de las cuentas anteriores.

Este "gran esfuerzo" de la Generalitat, ha señalado, se llevará a buen puerto sin tocar las políticas sociales, y así, ha asegurado que en Valencia no hay menos camas de hospital que antes, sino que se han recolocado mientras no se usen.

Pese a la vitalidad de ámbitos sociales en la Comunidad Valenciana, como la educación o la sanidad, Fabra ha denunciado que la que preside ahora ha sido "una comunidad discriminada por el Gobierno socialista".

Ha añadido que por ello la administración valenciana se ha visto obligada a acometer un "sobreesfuerzo", puesto que la falta de ingresos del Gobierno central no iba a afectar a la financiación de los servicios sociales ni a las oportunidades de los ciudadanos. Había que mantener el nivel de servicios como fuera, ha enfatizado.

Por esta razón, ha justificado el alto índice de endeudamiento de la Comunidad Valenciana, "un elemento diferencial" que ha de tenerse en cuenta precisamente por ese "sobreesfuerzo" en la manutención de los servicios sanitarios o educativos.