Felipe vi reclama un "esfuerzo leal y sincero” para el “reencuentro” entre cataluña y españa


El rey Felipe VI abogó en su primer mensaje de Navidad como jefe del Estado por construir un “proyecto” de nación que “respete la pluralidad y genere ilusión” y pidió muy concretamente un “esfuerzo leal y sincero” para propiciar el “reencuentro” entre Cataluña y el resto de España.
El monarca se refirió a las relaciones entre la comunidad gobernada por Artur Mas y el resto del país en trecer lugar de su discurso a la ciudadanía con motivo de las fiestas navideñas, por detrás de la corrupción y de la situación económica.
Abordó el tema directamente, recordando al inicio que “el pueblo español, en el ejercicio de su soberanía nacional, ratificó mediante referéndum la Constitución de 1978, que proclamó nuestra unidad histórica y política y reconoció el derecho de todos a sentirse y ser respetados en su propia personalidad, en su cultura, tradiciones, lenguas e instituciones”.
Bajo ese “espíritu constitucional”, aseguro el Rey, “hemos convivido estos años” gracias a la aportación de cada comunidad, pueblo y ciudadano, que han entregado “lo mejor de sí mismos en beneficio de todos”. También desde Cataluña “se ha contribuido a la estabilidad política de toda España y a su progreso económico”.
Felipe VI considera “evidente que todos nos necesitamos”. “Formamos parte de un tronco común del que somos complementarios los unos de los otros pero imprescindibles para el progreso de cada uno en particular y de todos en conjunto”, argumentó.
Este mensaje llega a los españoles justo un día después de que centenares de ciudadanos catalanes acudieran al Palacio de Justicia de Barcelona para autoinculparse como responsables en la organización de la consulta soberanista del 9 de noviembre, en solidaridad con Mas y dos de sus consejeras que se enfrentan a un proceso penal por esta causa.
CATALUÑA EN EL CORAZÓN
Aún reconociendo la importancia del argumento económico para mantener la unidad, don Felipe insistió en que “no se trata solo de economía o de intereses sino también y sobre todo, de sentimientos”.
“Millones de españoles llevan, llevamos, a Cataluña en el corazón. Como también para millones de catalanes los demás españoles forman parte de su propio ser”. Por eso, explicó, “me duele y me preocupa que se puedan producir fracturas emocionales, desafectos o rechazos entre familias, amigos o ciudadanos. Nadie en la España de hoy es adversario de nadie”, remachó.
Para el nuevo Rey, lo que hace de España “una nación con una fuerza única es la suma de nuestras diferencias que debemos comprender y respetar y que siempre nos deben acercar y nunca distanciar”.
A su entender, “todo lo que hemos alcanzado juntos nace de la fuerza de la unión. Y la fuerza de esa unidad es la que nos permitirá llegar más lejos y mejor en un mundo que no acepta ni la debilidad ni la división de las sociedades, y que camina hacia una mayor integración”.
Tras esta referencia a la globalización del planeta, Felipe VI insiste en que los desencuentros “no se resuelven con rupturas emocionales o sentimentales” y pidió a “todos un esfuerzo leal y sincero, y reencontrémonos en lo que nunca deberíamos perder: los afectos mutuos y los sentimientos que compartimos”.
Para ello aboga por el respeto a la Constitución como “garantía de una convivencia democrática, ordenada, en paz y libertad” y por seguir “construyendo todos juntos un proyecto que respete nuestra pluralidad y genere ilusión y confianza en el futuro”.

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