Fernando Lugo rehuye hablar de posibles cambios ministeriales

Asunción, 24 ago.- El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, rehuyó hoy hablar de cambios en ministerios controlados por dirigentes de su principal aliado de la coalición gobernante como ha rumoreado la prensa local.

"El único que puede anunciar cambios es el presidente y el presidente no ha anunciado nada", declaró escuetamente Lugo tras un acto oficial en una institución militar.

El gobernante respondió así a los periodistas acerca de las versiones de prensa que desde la pasada semana consideran inminente la destitución de los ministros de Educación, Luis Alberto Riart, y de Agricultura y Ganadería, Enzo Cardozo.

Riart y Cardozo pertenecen al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, de centro derecha y segunda fuerza electoral del país), que está en campaña interna para definir un candidato a la jefatura de Estado con vistas a los comicios generales de 2013.

"No, no hay nada. Nunca anuncié cambios", recalcó el jefe de Estado, quien, según un sector de la prensa local, habría decidido esos ajustes ministeriales para restar fuerza a Efraín Alegre, ministro de Obras hasta junio pasado.

Alegre, que ha retomado su escaño en el Senado, está visto como un potencial candidato presidencial al igual que el presidente del PLRA, el senador Blas Llano, y el vicepresidente del país, Federico Franco, líder de un sector liberal.

El segundo del Ejecutivo, cuyo sector ha sido marginado de los cargos de relevancia desde el primer momento, reafirmó hoy que la actitud del gobernante puede favorecer al Partido Colorado, primera fuerza electoral y que en el 2008 perdió una hegemonía de seis décadas en el poder.

"Me ratifico en que el Presidente (Lugo) le está haciendo la cama al partido del diputado (Víctor) Bogado para que ellos puedan volver al poder", señaló Franco tras una reunión con este dirigente, que preside la Cámara de Diputados.

Lugo accedió al poder al frente de una coalición de amplia base ideológica y en los comicios de 2013 no podrá aspirar a un segundo mandato tras fracasar un proyecto de enmienda constitucional de sus aliados minoritarios de izquierda.