Fiscal pide 19 años para el etarra huido de Torrevieja tras la muerte de Castresana

Madrid.- El fiscal ha mantenido hoy la petición de 19 años de cárcel para Anartz Oyarzábal, que en 2001 huyó de Torrevieja (Alicante) tras la explosión que mató a su compañera de comando Olaia Castresana cuando manipulaba una bomba, en el juicio que ha quedado visto para sentencia en la Audiencia Nacional.

El fiscal, que acusa a Oyarzábal de los delitos de pertenencia a ETA, tenencia de armas y explosivos, cree que "no existe duda" de la presencia del acusado en Torrevieja y que desde allí "trataba de realizar la campaña de verano en la zona levantina" bajo las órdenes de la organización terrorista.

Según la Fiscalía, integraba un comando con Castresana, que el 24 de julio de 2001 murió tras producirse una explosión cuando manipulaba un artefacto con explosivo procedente de un robo cometido por ETA en Grenoble (Francia).

La explosión tuvo lugar en un piso que ambos compartían y que "estaba a plena disponibilidad de los miembros de la banda" en la pedanía de La Mata en Torrevieja.

"Por suerte fueron ellos y no ninguna persona inocente los que sufrieron las consecuencias de su actividad", ha señalado el fiscal.

Un vecino ha explicado hoy que tras la explosión le llamó la atención un hombre "que iba a paso ligero, mirando hacia atrás y en sentido contrario a la dirección en la que corría el resto de la gente", al que vio subirse a un coche, y al que más tarde identificó como Oyarzábal en un reconocimiento fotográfico.

Según las conclusiones definitivas del fiscal, el procesado, que fue detenido en Niort (Francia) en mayo de 2002 y desde entonces ha permanecido en prisión en ese país hasta que fue entregado a las autoridades españolas, huyó de Torrevieja en ese coche, que luego fue localizado en Aoiz (Navarra).

Además de las declaraciones de varios vecinos que le vieron huir, el Ministerio Público ha basado sus conclusiones en el testimonio de otros testigos que han asegurado que vieron a Oyarzábal en la vivienda, con Castresana -con la que hablaba en euskera-, los días previos a la explosión.

Asimismo, varios peritos han explicado que en el lugar de los hechos encontraron documentación del acusado, a cuya familia pertenecía el piso donde se produjo la explosión, y que en el registro efectuado en su domicilio familiar en San Sebastián se intervinieron 14 kilos de explosivo titadyne, cordón detonante, 16 detonadores eléctricos y dos pistolas, entre otros efectos.

Además de las penas de prisión, el fiscal pide que el acusado pague al Estado las indemnizaciones que éste ha entregado a las personas que resultaron heridas en la explosión de Torrevieja, así como a los propietarios de las viviendas que sufrieron daños.

Sin embargo, el abogado de Oyarzábal, que a petición de éste no ha interrogado a los testigos ni ha expuesto su informe final, ha apuntado que el acusado no tiene responsabilidad civil, ya que no se le acusa de un delito de estragos, de daños o de lesiones al no haber sido el autor de la explosión.