Fiscal pide 37 años para Beobide por atentado contra la sede de EiTB en 2008

  • La Audiencia Nacional juzgará el próximo miércoles al etarra Ibai Beobide por el atentado contra la sede central de EITB en Bilbao en diciembre de 2008, que causó serios daños materiales pero no víctimas, hechos por los que la Fiscalía pedirá para él 37 años de prisión.

Madrid, 15 ene.- La Audiencia Nacional juzgará el próximo miércoles al etarra Ibai Beobide por el atentado contra la sede central de EITB en Bilbao en diciembre de 2008, que causó serios daños materiales pero no víctimas, hechos por los que la Fiscalía pedirá para él 37 años de prisión.

En su escrito de conclusiones provisionales, la fiscal Ana Noé acusa a Beobide de los delitos de estragos con finalidad terrorista, detención ilegal, robo con violencia con finalidad terrorista y otro en grado de tentativa y de una falta de lesiones.

Por ello pide además que el acusado indemnice a los dueños de los inmuebles dañados con 5.059.094 euros y con 22.519 euros a los propietarios de los coches perjudicados, así como con otros 6.000 al dueño del vehículo con el que ETA ejecutó la acción y con 700 a la persona que sufrió las lesiones.

Según el relato del Ministerio Público, Beobide -conocido como "el etarra de la bici" porque circulaba en una cuando fue detenido en Guipúzcoa el 13 de febrero de 2010- fue captado por la organización terrorista a comienzos de 2008, cuando se trasladó a Francia para ser "adiestrado" en el manejo de armas y explosivos.

Una vez en España, continua la fiscal, el acusado, alias "Manex", formó el comando "Basakatu", al que se incorporaron Itziar Moreno, "Leia" -en paradero desconocido- y Ohiana Mardaras, "Hodei", arrestada en Francia en junio de 2009 tras sufrir un accidente de tráfico.

Con el objetivo de atentar contra la sede de la EiTB en Bilbao, el comando confeccionó en el trastero del domicilio de Moreno un artefacto explosivo con entre 80 y 100 kilos de nitrato de amonio y aluminio y sistema de iniciación eléctrico, tras lo cual lo ocultó en una zona boscosa detrás del Consorcio de Aguas de Bilbao cinco días antes de los hechos.

El material, asegura la fiscal, lo guardaba el etarra en tres zulos repartidos en el monte Gorbea y en otro escondite en Hernani.

Durante los días sucesivos los procesados estuvieron observando la trayectoria de una furgoneta que conducía una vecina del barrio de Buiagoiti de Arrigorriaga (Vizcaya) "con la idea de hacerse con ella".

Para ello, tras pasar la noche en un refugio del monte de Pagasarri, la mañana del atentado el comando acudió al citado barrio y, tras ver la furgoneta, Mardaras hizo a su conductora señales con una linterna, mientras Beobide instaba a la mujer a detenerla usando un arma corta y, pese a que la terrorista trató de abrir la puerta, finalmente la vecina consiguió huir.

Sin embargo, minutos después, al paso de otra furgoneta, Mardaras se situó frente a la misma y su compañero amenazó al conductor, al que maniataron y encapucharon y le colocaron en la parte trasera del vehículo.

Posteriormente, se encaminaron a una zona boscosa de Arrigorriaga y, tras advertirle de que eran miembros de ETA, le ataron a un árbol y le amordazaron, aunque posteriormente, cuando los terroristas ya habían huido del lugar, consiguió quitarse la capucha y desatarse.

Mardaras aparcó la furgoneta sobre las 09:01 horas junto al edificio de la EiTB y Beobide llamó poco después al servicio de bomberos del Ayuntamiento de Bilbao con el móvil que había sustraído al conductor de la furgoneta para alertar de la situación de éste y de la colocación de la bomba, que explotó sobre las 11:05 horas, causando cuantiosos daños materiales y lesiones en una persona.

El atentado fue reivindicado por ETA a través del diario Gara el 21 de febrero de 2009.

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