Fiscal tilda de fría y calculadora a la acusada de matar a su amiga

  • El fiscal ha calificado hoy como una mujer "inteligente, fría y calculadora" a la acusada de matar a una amiga y simular un crimen por móvil sexual, para quien ha mantenido su petición de 24 años de cárcel, mientras que la defensa ha pedido la absolución por los "cabos sueltos" y las "conjeturas" del caso.

Barcelona, 28 feb.- El fiscal ha calificado hoy como una mujer "inteligente, fría y calculadora" a la acusada de matar a una amiga y simular un crimen por móvil sexual, para quien ha mantenido su petición de 24 años de cárcel, mientras que la defensa ha pedido la absolución por los "cabos sueltos" y las "conjeturas" del caso.

En la Audiencia de Barcelona ha quedado hoy visto para sentencia el juicio contra Maria Ángeles M.F., acusada de haber matado el 19 de febrero de 2008 a una amiga suya, dejando pistas falsas para simular un crimen por móvil sexual, para posteriormente cobrar los seguros de vida que había contratado suplantando su identidad.

El fiscal ha calificado a la acusada, que hoy ha guardado silencio, como una mujer "muy inteligente, fría y calculadora" que "sabía muy bien lo que hacía y lo hizo muy bien" y ha destacado la "cantidad de pruebas" del caso, ya que, pese a que no hay ninguna prueba directa, en la causa se acumula una "pluralidad inmensa" de indicios.

Según el ministerio público, en el juicio ha quedado acreditado por ejemplo que la acusada se hizo pasar por la víctima para alquilar el apartamento donde ocurrió el crimen y compró semen a dos prostitutos para untarlo en el cuerpo de su amiga, a la que mató por asfixia cerrándole una bolsa de plástico en la cabeza.

No obstante, el fiscal ha admitido que no se ha podido demostrar que antes de asfixiar a la víctima la adormeciera con cloroformo -como sostenía inicialmente-, por lo que ha modificado su escrito de acusación para precisar que la acusada se valió de cloroformo o de otro tóxico de análoga eficacia.

El fiscal, que ha reconocido las "especiales circunstancias" de este caso, ha descartado que la muerte de la víctima fuera producto de un accidente durante un juego sexual y ha considerado "muy poco creíble" el relato exculpatorio sostenido por la defensa.

Asimismo, ha pedido un "esfuerzo" al tribunal para que dicte sentencia antes del próximo 12 de marzo, día en el que se cumplen los cuatro años que fija la ley como plazo máximo para que un acusado permanezca en prisión preventiva.

En la misma línea, la acusación particular, que en nombre de los padres, el hermano y la expareja de la víctima eleva su petición hasta los 28 años de cárcel, ha calificado a la acusada como una "psicópata", ya que planificó una operación para "matar y cobrar" suplantando la identidad de la víctima y dejando luego pistas falsas.

Según Zegrí, la acusada actuó como un "parásito oculto", ya que durante años estuvo haciéndose pasar por la víctima para firmar seguros de vida, por valor de casi un millón de euros, y luego la mató "de forma premeditada, siguiendo unos intereses bastardos".

Además, una vez cometido el crimen, según Zegrí, la acusada actuó con "con vileza y cobardía" y "profanó el honor de la víctima de forma hiriente e insensible" manipulando la escena del crimen para simular un móvil sexual.

Tanto el fiscal como el abogado de la acusación particular han recriminado la actitud negligente de las entidades bancarias, que no detectaron que la acusada se hizo pasar por la víctima a la hora de suscribir durante los dos años previos al crimen una veintena de créditos y seguros de vida, por valor de cerca de un millón de euros.

Por su parte, la defensa ha reclamado la absolución de la acusada argumentando que en el juicio ha quedado demostrado que hay aún "cabos sueltos" y que la acusación se basa en "conjeturas", y no en pruebas o indicios y porque en la instrucción del caso quedaron aspectos por investigar.

La abogada defensora ha denunciado que ni en la instrucción ni en el juicio se ha podido aclarar la fecha exacta ni las circunstancias de la muerte y además ha lamentado que los investigadores dieron verosimilitud a una teoría "extravagante, rocambolesca e increíble" como que contrató a dos prostitutos para obtener su semen y untarlo al cadáver.

La defensa ha lamentado además que los Mossos d'Esquadra no tomaran las huellas dactilares a los dos prostitutos -que no han testificado en el juicio porque están en paradero desconocido- para saber si acudieron al apartamento donde se halló el cadáver, ni que siguieran otras líneas de investigación, más allá de que la acusada quería cobrar los seguros de vida, cómo por ejemplo si la víctima tenía diferencias con su pareja.

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