Funes termina mandato con destacada labor social, pero con deuda en seguridad

Magdalena Flores

San Salvador, 29 may.- El Gobierno saliente del presidente de El Salvador, Mauricio Funes, el primero de corte izquierdista que ha tenido el país, concluirá este sábado su quinquenio con una destacada labor social, pero con una grave deuda en seguridad y economía, según expertos.

Funes asumió la Presidencia el 1 de junio de 2009 y será sustituido el próximo domingo por su actual vicepresidente, Salvador Sánchez Cerén, en la continuidad en el poder del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

Los programas sociales han sido decisivos para que Funes finalice su mandato con una buena evaluación en recientes encuestas, pese a que también enfrenta un aumento en los asesinatos.

Gracias "a la entrega de ayuda, a la inversión en los programas sociales", Funes es "el presidente mejor evaluado de la postguerra" civil salvadoreña (1980-1992), dijo a Efe la directora del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana, Jeannette Aguilar.

Un sondeo del IUDOP ubicó a Funes con una aprobación de 6,59, entre un rango de 0 a 10, mientras que otra encuesta, de la firma CID Gallup, divulgada por la Presidencia salvadoreña, indicó que el 72 % de la población le dio una buena evaluación.

Si bien sus programas sociales no lograron "atender integralmente" la pobreza y la economía familiar, "sí es el primer Gobierno que logra focalizar, como un prioridad gubernamental, el tema de los programas sociales y, sobre todo, las ayudas a los sectores más pobres", sentenció Aguilar.

"Uno de los principales avances es haber realizado un esfuerzo en serio por generar políticas de inclusión social", que rompieron "la tradición de las políticas neoliberales anteriores", dijo a Efe el ombudsman salvadoreño, David Morales.

De acuerdo con Funes, hasta octubre de 2013 su Gobierno había "beneficiado a más de dos millones de personas" de las zonas más pobres del país a través de los programas sociales, entre ellos, la entrega de paquetes escolares y Ciudad Mujer, que brinda distintos servicios a las mujeres salvadoreñas.

El Parlamento aprobó el 3 de abril pasado una ley que vuelve permanentes los programas sociales, a solicitud de Funes.

Sin embargo, este aspecto social del Gobierno ha sido ensombrecido por la ola de criminalidad e inseguridad que vive el país y la mala situación económica.

El combate de la delincuencia "constituye el principal factor de erosión" del Gobierno saliente, dijo Aguilar.

Al menos 17.355 personas fueron asesinadas durante la gestión de Funes, según datos de la Policía salvadoreña.

Esa cifra es un poco menor a los 17.901 asesinados durante el quinquenio del predecesor de Funes, Elías Antonio Saca (2004-2009), según una publicación de La Prensa Gráfica.

Este Gobierno por lo menos "no continuó mecánicamente las estrategias de manodurismo" o de represión contra las pandillas, aplicadas por los anteriores gobiernos de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), indicó Morales, al tiempo que reconoció que hubo inconsistencias en el combate de la delincuencia.

El Gobierno saliente "facilitó" una "tregua" entre las pandillas que desde 2012 bajó el promedio diario de asesinatos de alrededor de 14 a entre cinco y seis, pero un reciente repunte lo volvió a elevar a 14, admitió Funes.

El mandatario ha reconocido que "ha fracasado" dicho proceso, que terminó pasándole factura con el alza de homicidios, que sólo entre el viernes y el lunes pasado sumaron 81, según datos del estatal Instituto de Medicina Legal.

Un diputado de la opositora ARENA, Orlando Cabrera, afirmó que "Funes se ha caracterizado porque siempre improvisó", ya que no tuvo "ninguna política seria en seguridad pública".

En el área económica, a pesar del bajo crecimiento, el secretario técnico de la Presidencia, Alexander Segovia, aseguró que el Gobierno saliente ha "sentado las bases" de un nuevo modelo.

Funes tomó las riendas del país con un decrecimiento del 3,1 % en 2009, según datos oficiales.

La economía salvadoreña creció el 1,7 % en promedio durante el Gobierno de Funes, según la titular del Banco Central de Reserva, Marta de Rivera, que argumentó que este es un problema "estructural", ya que durante "más de 20 años" el crecimiento no ha superado el 2 %.

El crecimiento en 2013 fue del 1,9 % y se espera que este año suba a un 2,1 %, de acuerdo con previsiones del Gabinete Económico.

Para dejarle unas finanzas públicas equilibradas a Sánchez Cerén, Funes solicitó el 15 de mayo pasado al Parlamento una nueva reforma fiscal y dos emisiones de bonos por un total de, al menos, 1.320 millones de dólares.

Pero la mayoría de partidos rechazó en principio el paquete fiscal, que el equipo de Sánchez Cerén tiene en consulta con esos colectivos y los gremios empresariales.