G77 cree que derrota de extrema pobreza es condición para nuevo orden mundial

  • La extrema pobreza sigue siendo el problema principal que afronta el mundo y su erradicación es una condición indispensable para el desarrollo sostenible en el contexto de un nuevo orden mundial, según la declaración de Santa Cruz, que resume las deliberaciones de la Cumbre del G77 y China.

Santa Cruz (Bolivia), 15 jun.- La extrema pobreza sigue siendo el problema principal que afronta el mundo y su erradicación es una condición indispensable para el desarrollo sostenible en el contexto de un nuevo orden mundial, según la declaración de Santa Cruz, que resume las deliberaciones de la Cumbre del G77 y China.

Alrededor de un centenar de delegaciones que asistieron este fin de semana a la reunión celebrada en el este de Bolivia consensuó los 242 puntos para la declaración, parte de la cual fue presentada hoy por el presidente anfitrión, Evo Morales.

Morales destacó que las delegaciones, muchas representadas por sus mandatarios, hicieron hincapié en "que la erradicación de la pobreza debe seguir siendo el objetivo central y conductor de la agenda del desarrollo después del 2015".

Ese año se cumple el plazo para el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio trazados por la ONU y el documento de Santa Cruz pretende ser la base de una agenda de acciones para dar un nuevo impulso al desarrollo internacional a partir de entonces.

"Estamos firmemente convencidos de que la agenda para el desarrollo después de 2015 debe reforzar el compromiso de la comunidad internacional de erradicar la pobreza", ratificó Morales.

Otro de los puntos de la declaración hace hincapié en que "el problema de la desigualdad es más grave que nunca debido a la prevalencia de la riqueza extrema mientras se sigue padeciendo hambre y pobreza", situación que se agrava por patrones de consumo y producción insostenibles en los países desarrollados.

Según Morales, el documento también critica la excesiva orientación hacia el lucro porque no respeta a la Madre Tierra ni tiene en cuenta las necesidades humanas, lo que tiene repercusiones en el incremento de las desigualdades.

La declaración, agregó el mandatario, también reconoce la importante función que corresponde al Estado de velar por que todas las personas tengan acceso a los servicios básicos y de buscar soluciones a las desigualdades y a la discriminación relativas a la distribución de esos recursos y el acceso a ellos.

Los jefes de Estado de los países del G77 también reconocieron que el mascado de la hoja de coca como una manifestación cultural ancestral de la región andina que debe ser respetado por la comunidad internacional, explicó.

Morales, que todavía es líder de los principales sindicatos cocaleros de Bolivia, enfatizó que la planta en su estado natural "es medicina" y sostuvo que los países del G77 están interesados en conocer las investigaciones científicas que respaldan esa tesis.

No obstante, reconoció que una parte de la producción de la hoja de coca es desviada para la fabricación de la cocaína, aunque recalcó que su Gobierno ha tenido récords de lucha contra las drogas.

Otro punto es la reafirmación "del derecho de los pueblos y las naciones a la soberanía permanente sobre sus riquezas y recursos naturales" que debe ejercerse desde el Estado para el desarrollo nacional, agregó.

Morales ha nacionalizado una veintena de empresas, entre ellas las petroleras, que permiten al Estado sostener su economía.

Asimismo, el documento sostiene que la deuda externa afecta a los países en desarrollo y subraya la importancia de aliviarla y la necesidad de no permitir que los "fondos buitres" (especulativos) paralicen la reestructuración de la deuda de los países.

Además, Morales recalcó que la declaración subraya la importancia de contar con un sistema internacional de calificación crediticia más transparente y sostiene que el cambio climático es uno de los problemas más graves en el mundo.

El mandatario enumeró, sin detalles, que la declaración también condena el espionaje, recoge las preocupaciones de los países menos adelantados, de los Estados insulares y de las naciones sin litoral.

La declaración expresa solidaridad por la situación "de Malvinas, Cuba y Palestina" y reafirma su "firme rechazo a la imposición de leyes y reglamentos con efecto extraterritorial y todas las demás formas de medidas coercitivas incluidas sanciones unilaterales contra países en desarrollo", según sostuvo.

El último punto leído por Morales ante el plenario como conclusiones indica el rechazo a las "certificaciones unilaterales" por países desarrollados a países en desarrollo que se refieren a terrorismo, narcotráfico y trata de personas, entre otras, en alusión a informes sobre esos temas que hace Estados Unidos.

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