Gallardón: "Tendría un hijo con malformaciones graves"

    • El ministro de Justicia defiende que la nueva ley del aborto es "la más avanzada y progresista" que ha hecho el Gobierno de Mariano Rajoy.
    • Asegura que está dispuesto a negociar, pero sólo mantendrá los dos suspuestos establecidos en la norma: riesgo para la salud de la madre y violación.
Se podrá abortar en caso de violación o riesgo para la salud de la madre
Se podrá abortar en caso de violación o riesgo para la salud de la madre

Alberto Ruiz Gallardón ha concedido dos entrevistas a los diarios 'ABC' y 'La Razón' en las que defiende la reforma de la ley del aborto cuyo anteproyecto de ley aprobó el Gobierno hace hoy una semana en Consejo de Ministros. Firme defensor de la ya llamada "ley Gallardón", el ministro cree que cuando llegue el momento de la votación no habrá fisuras en el seno del PP, a pesar de que en las últimas horas se han empezado a levantar voces críticas dentro de su propio partido contra la ley, como la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, el presidente del PP de Guipuzcoa, Borja Sémper, o el alcalde de Valladolid, León de la Riva.

El ministro cree que esta ley es uno de los grandes logros de esta legislatura junto a la ley de Educación, y asegura que está dispuesto a negociar con la oposición en la tramitación parlamentaria de la ley pero advierte que hay algo irrenunciable y que no piensa cambiar: los supuestos en los que el aborto será legal: tan sólo los dos supuestos establecidos: riesgo para la salud de la madre y la violación.

"Esta es la ley más avanzada y progresista que hemos hecho desde el Gobierno", asegura Gallardón, que defiende que han hecho algo sin precendentes en toda Europa, que es "acabar con la superioridad moral de la izquierda". El ministro de justicia afirma que su reforma hace una defensa de la vida y es un avance frente al retroceso de la ley Aído. El titular de justicia está tan convencido de su ley que cree que tendrá su continuidad en Europa.

El ministro está dispuesto a negociar en el parlamento pero dejará sólo esos dos supuestos establecidos y en ningún caso recogerá el supuesto de malformación como recogía la ley de 1985 aprobada por Felipe González. "No se puede decir que un no nacido, por tener alguna discapacidad, tiene menos derecho a la protección de su vida que la de un concebido sin discapcidad. Si todos los seres humanos son iguales, los concebidos tienen que ser iguales también y tener el mismo nivel de protección".

En el diario ABC le han preguntado al ministro si hubiera tenido un hijo sabiendo que tendría malformaciones, aquí la respuesta de Gallardón: "Sí, sin dudarlo. Y es una opción, una convicción personal.", que recuerda lo que le contó el que fuera presidente del Tribunal Supremo Carlos Sainz Robles, que tuvo un familiar en esas circunstancias, y le aseguró que nada en su vida había cohesionado más a la familia y había dado más sentido a la vida que la dedicación a ese hijo que nació con unas determinadas carencias.

Defiende que en el caso de la violación la mujer si tenga la opción a interrumpir el embarazo: "Ha habido un ataque a la libertad sexual de la mujer, y por tanto, los poderes públicos no pueden penalizar la decisión de continuar con ese embarazo".

Alberto Ruiz Gallardón cree que no hará nada más importante que aprobar esta ley en política (En su día dijo que cuando deje de ser ministro se retirará de la primera línea): "Tengo muy serias dudas de que vaya a tener la oportunidad de poner en marcha una transformación tan extraordinaria como esta: ni túneles, ni Metro ni el resto de las reformas, pero nada tiene tanta importancia como ésta. Nunca imaginé que tendría la oportunidad de acabar el trabajo de mucha gente del partido, entre ellos mi padre".

Según el titular de Justicia, la ley Aido, deshumaniza absolutamente el drama del aborto, lo considera más como un método anticonceptivo que como el terrible concepto que surge no solamente para la mujer, sino para toda la sociedad, cuando entran en colisión dos derechos susceptibles de protección."Es necesario que los humanistas defiendan con convicción los derechos de las personas frente al frío e insensible materialismo que en esta materia ha acompañado históricamente las propuestas de la izquierda".

"La izquierda no es progresista cuando desprecia los derechos del concebido, no es progresista cuando considera que una menor de edad no tiene que estar acompañada de sus padres para tomar una decisión que le puede marcar psicológicamente de por vida, y no es progresista cuando aprueba una ley que penaliza a la mujer, a la que amenaza con privación de libertad".

Finalmente, Gallardón explica en las páginas de La Razón que el aborto no puede ser un derecho de la mujer: "El aborto no es un derecho, es un drama, una tragedia personal; en primer lugar para el concebido, que se ve afectado por la frustración de su derecho vital, en segundo lugasr, para la mujer, y en terncero para toda la sociedad. No puede considerarse la privación de un derecho de vida como un derecho, eso es un concepto materialista, deshumanizado, antiguo, y rebatido por pensadores como Julian Marías, nada sospechoso de tener ideas conservadoras. La izquierda tarda mucho en rectificar pero estoy convencido que esta rectificación se producirá", termina el ministro.

Mostrar comentarios