Gobierno por decreto de Martelly no resolverá crisis de Haití, según expertos

  • La incertidumbre sobre el futuro de Haití sigue después de que las elecciones quedaran de nuevo pospuestas y el escepticismo reina entre expertos, que creen que un Gobierno por decreto no permitirá avanzar a la "completamente estancada" situación política del país más pobre de América.

Mercedes Zaragüeta

Puerto Príncipe, 24 nov.- La incertidumbre sobre el futuro de Haití sigue después de que las elecciones quedaran de nuevo pospuestas y el escepticismo reina entre expertos, que creen que un Gobierno por decreto no permitirá avanzar a la "completamente estancada" situación política del país más pobre de América.

Las elecciones senatoriales se han retrasado desde 2011 y los mandatos de un tercio de los senadores expiraron en mayo de 2012, dejando el Senado con solo dos tercios de sus miembros; mientras que las elecciones locales y municipales debieron celebrarse en 2010.

A ello se suma que en enero de 2015 vencerá la legislatura de un segundo tercio de los senadores y de la Cámara de Diputados.

Las diferencias entre el Ejecutivo y el Legislativo haitiano han aplazado durante años el proceso democrático, la última vez el pasado 26 de octubre, fecha en la que no pudieron celebrarse las elecciones al Parlamento y municipales, según sostiene el Gobierno porque la Ley Electoral se encuentra "bloqueada" en el Senado.

El canciller de Haití, Pierre Brutus, indicó el pasado 15 de octubre que el presidente Michel Martelly se verá "forzado" a convocar la celebración de las elecciones por decreto a partir de enero.

Esto podría ser una posibilidad, dado que la Constitución del país ofrece esta salida al poder Ejecutivo: gobernar por decreto.

No obstante, esta alternativa, rechazada ya de antemano por un conjunto importante de fuerzas políticas, más que fortalecer las instituciones democráticas en Haití podría llevar, según expertos, a lo opuesto, pues sin controles parlamentarios y equilibrios, el presidente haitiano podría decretar las reglas del juego electoral de forma que le favorezcan.

Así lo sostienen expertos consultados por Efe, como Robert Maguire, de la Universidad George Washington, quien opinó que la mejor solución desde la perspectiva de Martelly podría ser continuar el retraso de las elecciones, mientras aparenta que hace algo para apaciguar a los actores internacionales, quienes están decididos a que se celebren.

"Martelly tendría la oportunidad de gobernar sin estar sujeto a un sistema de control y equilibrio y a un Parlamento que él detesta desde que inició su mandato como presidente", expresó el analista.

Por otro lado, el primer ministro haitiano, Laurent Lamothe, no ha declarado su candidatura para la Presidencia en 2015, sin embargo los expertos dicen que a nadie se le escapa que es algo que quiere hacer y que sería más fácil para él si no hay elecciones ni asamblea.

Lamothe continúa manifestando, pasado el 26 de octubre, el interés del Gobierno en que se celebren los comicios.

"No es justo que aquellos que están bloqueando el proceso electoral, sean los mismos que afirman que el presidente Martelly no quiere celebrar elecciones", expresó recientemente.

A partir del 13 de enero de 2015, el presidente Martelly estaría facultado para convocar, en los tres meses siguientes, las elecciones al Parlamento y municipales.

Analistas en Haití como la reconocida Sabine Manigat, apuntan que unas elecciones convocadas por decreto presidencial es una alternativa "riesgosa", y que además es difícil concebir cualquier escenario que no tenga a fin de cuentas el aval de la comunidad internacional, cuya presencia masiva en el país ha sido un elemento rector de la vida nacional desde hace ahora 10 años.

El expresidente del Parlamento Centroamericano (Parlacen) Manolo Pichardo en una conversación con Efe también calificó la situación de "preocupante" porque en un momento en el que América Latina consolida su institucionalidad democrática, "Haití no parece avanzar".

El impasse electoral se ha convertido en una cuestión extremadamente complicada, en la que ambas partes (Ejecutivo y Legislativo) mantienen posiciones firmes.

"Parece como si el escenario más evidente en este momento para Martelly es empezar a gobernar por decreto en el día profético del 12 de enero, cuando los haitianos conmemorarán el quinto aniversario del terremoto", indicó Robert Maguire, añadiendo que entonces será cuando los haitianos -y todos los demás que observan el escenario- "empezarán a aprender lo que el señor Martelly tiene bajo la manga".

Además, las tensiones políticas también se agravan por las frecuentes manifestaciones de los últimos meses en Puerto Príncipe, que encabeza la oposición y que piden la dimisión de Martelly y de su equipo de Gobierno.

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