Guerra ve "bastante sensata" la sentencia y le extraña la postura de Montilla

  • Madrid.- El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha considerado hoy "bastante sensata" la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatuto de Autonomía Cataluña y ha mostrado su extrañeza por el llamamiento a "la sublevación" del presidente catalán, José Montilla.

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Madrid.- El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha considerado hoy "bastante sensata" la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatuto de Autonomía Cataluña y ha mostrado su extrañeza por el llamamiento a "la sublevación" del presidente catalán, José Montilla.

En declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso, el presidente de la Comisión Constitucional de la Cámara Baja -órgano al que le corresponde tramitar todas las reformas estatutarias- ha reconocido estar satisfecho por la interpretación que el TC hace de algunos preceptos del Estatuto.

Ha mencionado el caso del término nación o la supresión del consejo de justicia de Cataluña y del esfuerzo fiscal, contra los que él mismo había advertido, y ha señalado que sitúa "en su justo término" temas como la lengua o la financiación.

Aunque son muchos menos artículos que los que habían sido recurridos, Guerra ha subrayado que son "de una importancia cierta", porque definitivamente se aclaran cuestiones que eran dudosas.

"Para algunos es demasiado; para otros, no ha sido nada", ha indicado Guerra, antes de hacer hincapié en que lo importante de este caso es lo que declara inconstitucional el TC y no tanto lo que avala.

Sobre la postura de Montilla, se ha mostrado extrañado por que el presidente de la Generalitat se haya declarado "indignado" con la resolución judicial y haya llamado a la movilización catalana, a la vez que dice que el Constitucional ha avalado el 95 por ciento del Estatuto.

"No entiendo nada -ha apuntado Guerra-. Seguramente están obligados ahora a hacer ruido, pero tendrán que acatarla y no pasará nada, como ocurre en cualquier Estado de derecho".

Desde su punto de vista, a partir de ahora todos tienen que atender lo que es constitucional y lo que no lo es, según ha decidido quien tiene la atribución para hacerlo, "y lo demás es ruido" que puede entender pero que "no tiene ninguna trascendencia".

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