Harriet Harman asume la jefatura provisional del Partido Laborista

  • Londres.- Harriet Harman, hasta ahora "número dos" del Partido Laborista, asumió hoy provisionalmente el liderazgo de esta formación política tras la dimisión de Gordon Brown.

El nuevo primer ministro británico Cameron anuncia un gobierno de coalición con los liberaldemócratas
El nuevo primer ministro británico Cameron anuncia un gobierno de coalición con los liberaldemócratas

Londres.- Harriet Harman, hasta ahora "número dos" del Partido Laborista, asumió hoy provisionalmente el liderazgo de esta formación política tras la dimisión de Gordon Brown.

Tras presentar su dimisión como primer ministro a la reina, Brown se reunió con militantes del Partido Laborista ante quienes asumió personalmente la incapacidad para cerrar un acuerdo con los liberaldemócratas para la formación de un nuevo Gobierno.

"Sabemos ahora con más certeza que nunca que hay una sólida mayoría de progreso en el Reino Unido. Deseaba más de lo que puedo expresar haber podido movilizar esa mayoría (...), pero no he podido, y tengo que aceptar, y reafirmar, que la culpa es mía y que la asumiré yo sólo", declaró.

Por lo tanto, añadió Brown, "para dar al partido que quiero la mejor posibilidad de prepararse para su futuro, he renunciado al liderazgo del Partido Laborista con efecto inmediato, y Harriet (Harman) se hará cargo".

Brown, que fue designado líder laborista en junio de 2007 en sustitución de Tony Blair, expresó su apoyo al futuro líder del partido "quien quiera que sea, lealmente y sin ambages".

"Porque hay una cosa que no cambiará. Soy laborista y siempre seré laborista", agregó.

La intención del matrimonio Brown es trasladarse esta misma noche a Escocia, tierra del ex primer ministro, junto a sus hijos.

En las últimas horas hubo noticias contradictorias sobre su futuro político, ya que inicialmente se informó de que abandonará la política renunciado a su acta de parlamentario, dato que fue posteriormente negado por fuentes del Partido Laborista.

Harriet Harman, por lo tanto, será la encargada de conducir este interregno, hasta el nombramiento de un nuevo líder, que deberá ser ratificado en el Congreso laborista previsto para septiembre.

Esta es una situación en la que el laborismo británico no se ha visto desde la elección de Tony Blair en 1995 tras la muerte del anterior líder John Smith.

Los medios británicos esperan que el llamado grupo de los "ultras", integrado por el ministro de Empresas, Peter Mandelson, el ministro del Interior, Alan Johnson, y el ministro de Defensa, Bob Ainsworth, intentará dar un rápido golpe de mano para convertir al ministro de Exteriores, David Miliband, en nuevo líder.

La intención es evitar una debate interno sobre el liderazgo del partido que deteriore aún más la imagen del laborismo, pero todo parece indicar que cualquier movimiento de Miliband encuentre la réplica del ministro de Escuelas, Ed Balls, y del ala izquierdista del laborismo, encarnada por el parlamentario Jon Cruddas.

No hay que descartar tampoco al favorito de muchos de los miembros del grupo parlamentario laborista, que respaldan al secretario de Estado para el Cambio Climático, Ed Miliband, que podría enfrentarse a su hermano David para hacerse con el puesto.

Los parlamentarios nacionales y europeos, los militantes de base y las organizaciones sindicales próximas al Partido Laborista serán los encartados de elegir al sucesor de Gordon Brown.

Las normas del Partido Laborista establecen que "un colegio electoral" formado por tres grupos es el encargado de la elección.

Estos grupos serán los que votarán para nombrar al nuevo máximo responsable del Partido, que será ratificado en el Congreso que se celebrará en Manchester a finales del mes de septiembre.

Para ser candidato, hay que parlamentario y contar al menos con el respaldo del 12.5% de sus compañeros, lo que tras las elecciones del pasado jueves supone tener el apoyo de otros 33 diputados.

En la última votación para escoger un líder, alrededor de 700.000 personas pudieron votar, aunque cada voto no contó por igual.

Cada una de las tres secciones del "colegio electoral" representa un tercio del voto definitivo final, de manera que el voto de la sección parlamentaria (formada por unos 60 individuos) tiene el mismo peso que el de las otras dos secciones, formadas por miles de militantes y personas integradas en diversas organizaciones.

Por eso es importante tener una buena red de contactos y de relaciones en diversos niveles políticos, tanto con el resto de los parlamentarios, como con la base y las centrales obreras.

Mostrar comentarios