Hasta 2 años y 3 meses de cárcel para acusados por derrumbe hotel en Mallorca

Palma, 27 jul.- Un juzgado de lo penal de Palma ha dictado penas de entre 2 años y 3 meses y 2 años de cárcel para los cinco acusados por el derrumbe en 2008 del hotel Son Moll, en el que murieron cuatro trabajadores y otros cuatro resultaron heridos.

La sentencia condena a la pena más alta (2 años y 3 meses) a dos de los acusados, que tendrán así que ingresar en prisión, mientras que impone 2 años de cárcel a los otros tres, de manera que pueden no cumplir la pena en el centro penitenciario por tratarse de una condena baja.

Los dos primeros son el director de ejecución y coordinador de seguridad, Jose Luis Pujol, y el arquitecto proyectista y director de la obra, Arturo Vila, cuyo abogado, Gabriel Garcías, ha dicho hoy a los periodistas que recurrirá la sentencia a la Audiencia Provincial.

Los otros tres son el gerente de la contratista principal de la unión de empresas (UTE) que realizaba los trabajos, Bartolomé Estelrich.; el integrante de una de las empresas de la UTE Rafael Febrer, y el jefe de obra, Juan Bonet.

Todos ellos han sido condenados por cuatro delitos de homicidio imprudente (por cada uno de los cuatro trabajadores fallecidos), cuatro delitos de lesiones imprudentes (por los cuatro heridos) y un delito contra los derechos de los trabajadores.

Los cinco admitieron la primera jornada del juicio, celebrado en la Audiencia durante varios días de este mes, su responsabilidad en el suceso y admitieron los hechos, aunque no se conformaron con los delitos ni con las penas que pedían para ellos.

En la sentencia, el Juzgado de lo Penal 3 de Palma les ha condenado asimismo al pago de 3.483 euros a uno de los heridos, que se suman al más de 1 millón de euros que ya han abonado a los familiares de los fallecidos.

Los condenados se mostraron de acuerdo con el relato de los hechos que hizo el fiscal del suceso, que sostiene que el hotel de la localidad de Cala Rajada se derrumbó parcialmente el 16 de diciembre de 2008 cuando estaba siendo rehabilitado sin la preceptiva licencia ni proyecto de ejecución.

El colapso de la estructura se produjo por varios factores, entre ellos la "absoluta falta de valoración y planificación" de la obra por los acusados y la "ausencia de una adecuada dirección de obra y dirección de ejecución, así como vigilancia de la seguridad".

También ocurrió por una "deficiente y no adecuada ejecución ni control del desarrollo de la obra y de las condiciones de seguridad" con el fin, según el fiscal, de conseguir acabar los trabajos antes del plazo fijado.

Durante los trabajos de rehabilitación se hicieron dos huecos y se ampliaron otros dos en la fachada que se derrumbó y en un muro de carga, lo que debilitó la superficie de apoyo, con lo que parte de la estructura finalmente cayó coincidiendo con unos días de intensas lluvias.