Hasta marzo no llegan a Afganistán los nuevos blindados de Defensa

Gráfico: Así es el blindaje de los nuevos vehículos militares españoles.

El antiguo vehículo blindado medio sobre ruedas (BMR), como el que ayer sufrió un atentado insurgente en Afganistán en el que murió el soldado John Felipe Romero, es un acorazado para el transporte de tropas, que será reemplazado por el nuevo blindado RG-31, más seguro y operativo. Pero en este país en el que hay 1.068 soldados españoles desplazados no se completará la sustitución hasta el próximo mes de marzo.

Los nuevos vehículos RG-31 fueron expresamente adquiridos por el Ministerio de Defensa para mejorar la seguridad de las misiones en Afganistán y el Líbano, aunque el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general José Julio Rodríguez, informó el pasado 13 de octubre que los RG-31 no se desplegarían totalmente en Afganistán hasta este mes de marzo. Así, los dos primeros vehículos RG-31, de los 49 adquiridos por Defensa, fueron enviados a este país el pasado 27 de octubre.

El RG-31 es un vehículo 4x4 de pelotón con capacidad para transportar hasta nueve personas (conductor, jefe de vehículo, tirador y seis fusileros con su equipo completo para tres días de operaciones), el cual ofrece un elevado nivel de protección balística y contraminas.

El BMR, por su parte, es un vehículo blindado de ruedas para transporte y movimiento de tropas, diseñado y producido en España por Santa Bárbara Sistemas. Entró en producción en 1979, en versiones portapersonal, portamorteros, recuperación-reparación y ambulancia. De la familia BMR se han fabricado más de 1.400 unidades que están en servicio en tres continentes, Europa, Oriente Próximo y Latinoamérica.

Ha sido empleado eficazmente por las fuerzas saudíes en la campaña de Kuwait en 1992 y por Ejército español en sus misiones de pacificación en Bosnia-Herzegovina, Albania, Irak, el Líbano y Afganistán.

En 1994, se aprobó su programa de modernización, realizado conjuntamente por Santa Bárbara y el Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados (PCMSA) número 1 del Ejército. El modelo renovado, denominado BMR2, fue dotado de mejoras mecánicas, eléctricas y, especialmente, de seguridad, con un blindaje adicional de acero, sistemas contraincendios, antiexplosión y defensa NBQ.

Las unidades BMR en servicio en España se sitúan por encima de las 600, de las que algo más de 500 han pasado ya por el proceso de modernización, como el que sufrió ayer el atentado talibán, hasta su paulatina sustitución.

El blindado del soldado Romero

En concreto, el blindado BMR en el que viajaban el soldado John Felipe Romero Meneses, muerto en atentado ayer en Afganistán, y sus otros seis compañeros heridos al pisar una mina anticarro, era el primero de una columna de once vehículos que iban en misión de la ISAF con la policía afgana, escoltando a un convoy del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

Fuentes del Ministerio de Defensa informaron a Europa Press que este BMR había sido modernizado hace dos años, tanto en su motor como en el reforzamiento del blindaje. Sobre el artefacto sólo se sabe con certeza que era de gran potencia, por lo que dos expertos del Centro Internacional de Desminado partirán hasta el lugar de los hechos para desarrollar la investigación pertinente.

La ministra de Defensa española, Carme Chacón, viajará a Herat para recabar información sobre el atentado contra las tropas españolas, coordinar la repatriación del militar fallecido e interesarse personalmente por los seis que resultaron heridos.

Chacón irá acompañada por el jefe del Estado mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez, en un avión Airbus de las Fuerzas Aéreas, que saldrá a última hora de hoy de la base de Torrejón (Madrid).

Sobre los heridos, desde Defensa se explica que dependiendo de la gravedad de sus heridas se decidirá si se quedan en Afganistán. Si su estado es leve seguramente viajarán de vuelta en el mismo avión del Ejército del Aire que el cuerpo del fallecido. Estado de los seis heridos

Los seis heridos han sido evacuados en helicóptero hasta el Hospital Role 2 de la Base de apoyo avanzado de Herat. Los dos más graves son el teniente del Ejército de Tierra Jordi Francesc Rubio Carceller, de 28 años, casado y natural de Hospitalet (Barcelona) y el soldado de nacionalidad colombiana Daniel Ospina Quintana, de 23 años y soltero.

Los otros cuatro heridos son: el soldado Juan Morales Aroca, de 24 años y natural de Sevilla; el soldado Joshua Alcalá Silvera, de 20 años y natural de Tenerife; el soldado Carlos Gatos Guardado, de 23 años y natural de Barcelona, y el soldado Gerson Jaime Rodríguez, de 19 años y nacionalidad colombiana.

La última víctima española en Afganistán fue Christian Quishpe Aguirre, de 24 años y nacionalidad española, aunque oriundo de Ecuador, que el pasado mes de enero murió arrollado por un vehículo blindado que estaba en revisión en la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de la OTAN en Herat.

Desde que las primeras unidades españolas llegaron al país asiático a finales de 2002, un total de 92 militares españoles han perdido la vida en Afganistán durante su participación en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y en la misión 'Libertad Duradera'. De ellos, 81 murieron en accidentes, ocho en atentados o combates y otros tres a causa de infartos.

El último ataque mortal

Las tropas españolas en Afganistán sufrieron un ataque similar el pasado mes de octubre. El cabo Cristo Ancor Cabello falleció entonces cerca de Herat, cuando el vehículo en el que viajaba pisó una mina anticarro, provocando además cinco heridos.

Actualmente son 1.068 los efectivos que las tropas españolas mantienen en el país asiático. Sin embargo, esta cifra se verá incrementada en los próximos meses en otros 511 soldados, respondiendo así a la petición a sus aliados del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.