Holanda empieza a buscar una salida a la crisis tras la dimisión del Gobierno

  • El Parlamento holandés analiza hoy con el primer ministro en funciones, Mark Rutte, la crisis política que se ha creado en el país por la dimisión del Gobierno en pleno debido al fracaso de la negociación del plan de recortes para rebajar el déficit y que ahonda la ya de por sí delicada situación económica.

Bruselas, 24 abr.- El Parlamento holandés analiza hoy con el primer ministro en funciones, Mark Rutte, la crisis política que se ha creado en el país por la dimisión del Gobierno en pleno debido al fracaso de la negociación del plan de recortes para rebajar el déficit y que ahonda la ya de por sí delicada situación económica.

Rutte, de 45 años y que se ha convertido en otra víctima de las políticas de austeridad implantadas en la UE, se dirigirá al mediodía al Parlamento para explicar con más detalle su decisión de dimitir ante lo que se ha convertido en una situación insostenible para el Gobierno que dirige desde octubre de 2010.

Holanda entró en crisis política al no lograr el Gobierno de Rutte acordar con sus socios parlamentarios un pacto para reducir el déficit público al 3 % del PIB en 2013, el plazo acordado con la UE.

Las insuperables diferencias con el partido antimusulmán (PVV), liderado por Geert Wilders (PVV), sobre el plan de ajuste han llevado al liberal de derecha Rutte a presentar el lunes su dimisión y la de todo su gabinete ante la reina Beatriz.

La convocatoria de elecciones anticipadas será inmediata, pero de momento no se ha fijado una fecha oficial para los comicios.

La ley electoral exige un mínimo de 80 días entre que se convocan las elecciones y su celebración.

La caída del Gobierno en Holanda ha sido la crónica de un declive anunciado desde que el pasado 5 de marzo empezaron las negociaciones sobre nuevos recortes entre los dos partidos en la actual coalición (liberales de derecha y democristianos), con sus socios parlamentarios, los antimusulmanes

Wilders, con 23 escaños en el Parlamento, amenazó hace unas semanas con romper la baraja del pacto, pero su vuelta a la mesa de negociaciones hacía pensar que estaba dispuesto a aceptar acuerdos hasta el final.

Por eso la decisión de retirar su apoyo a la coalición de minoría en el último momento ha supuesto una sorpresa para los analistas y para el propio primer ministro, que el pasado sábado no dudó en responsabilizar a Wilders del fracaso de la negociación.

Según informaciones que se han filtrado en la prensa, los tres partidos habían conseguido acordar un nuevo paquete de ajustes para ahorrar 14.200 millones de euros a las arcas públicas hasta finales de 2013, con la eliminación de la deducción fiscal de las hipotecas, el pacto para acelerar la aplicación de los 66 años como edad de jubilación, la subida del IVA o el aumento del copago en la Sanidad.

Este paquete de medidas de ahorro, que se sumarían a los 18.000 millones de euros ya anunciados a principios de la legislatura, en 2010, encauzarían el déficit en 2013 en dos puntos porcentuales por debajo del 3 % exigido por Bruselas, que de otro modo se dispararía el próximo año hasta un 4,6 % del Producto Interior Bruto (PIB).

Según Wilders, convencido antieuropeísta, la retirada de su apoyo ha respondido a que su partido no está dispuesto a "seguir los dictados de Bruselas" si eso significa, por ejemplo, que los jubilados holandeses pierdan poder adquisitivo.

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