Ibercaja concede la dación en pago al vigués que hoy inició huelga de hambre

Vigo, 19 nov.- Ibercaja ha concedido la dación en pago a Ricardo Barcia, el vigués que hoy inició una huelga de hambre acampado frente a la sucursal de Ibercaja en la que formalizó una hipoteca para comprar un piso en Salceda de Caselas (Pontevedra), en el que ya no vive y que dejó de pagar en julio tras quedarse parado en 2008.

Barcia ha señalado a Efe que a última hora de esta tarde la entidad financiera le ha dado la confirmación de que le concederá la dación en pago y que tras consultar con un notario ha firmado el documento que le han pasado con las rúbricas de dos apoderados de la entidad.

Ahora deberá esperar quince días para formalizar toda la documentación y quitarse de encima "una losa insoportable": una hipoteca de 90.000 euros por un piso de una habitación, de la que había pagado casi 40.000.

El pasado mes de julio no pudo pagar más tras agotar las prestaciones por desempleo, recurrir a créditos con otras dos entidades bancarias y recibir la ayuda de familiares.

Esta mañana, a los pocos minutos de iniciar la huelga de hambre, el director de la sucursal ubicada en la céntrica calle Urzáiz de Vigo se reunió con este cliente por espacio de 20 minutos y quedó en darle una contestación a lo largo de esta semana.

Un mensaje que no satisfizo a Ricardo Barcia, que decidió proseguir con su protesta hasta que pusieran "muy claro" y por escrito que le concederían la dación en pago.

Antes de conocer el desenlace, este excamionero en paro advirtió de que llegaría "hasta donde sea" con la huelga de hambre, aunque con ello estuviese "jugando" con su salud, pues este año se ha sometido a tres intervenciones.

Tras mucho "sufrimiento", que teme que le "pasará factura", Ricardo Barcia apela a la "humanidad" de los banqueros para evitar situaciones como la suya y anima a la ciudadanía a "apretar los dientes" para acabar con "esta lacra".

"Hoy me pasa a mí, pero a la vuelta de la esquina está que los desahucios sean el triple", fue su reflexión horas antes de recibir la noticia que tanto tiempo llevaba esperando.