Ignacio González ve recompensada la mitad de su vida trabajando para Aguirre

  • Ignacio González, vicepresidente, Consejero de Cultura y Deportes y secretario general del PP de Madrid, ha pasado la mitad de su vida en política y en todo ese tiempo apenas ha estado cuatro años alejado de Esperanza Aguirre, que ha contado siempre con él y ha recompensado su fidelidad.

Madrid, 24 nov.- Ignacio González, vicepresidente, Consejero de Cultura y Deportes y secretario general del PP de Madrid, ha pasado la mitad de su vida en política y en todo ese tiempo apenas ha estado cuatro años alejado de Esperanza Aguirre, que ha contado siempre con él y ha recompensado su fidelidad.

González es el único miembro del gobierno regional que lleva en el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid ocho años, los mismos que ha estado Aguirre de presidenta, y durante todo ese tiempo ha sido su "número dos", su mano derecha, la persona que la ha acompañado en sus éxitos y que no la ha dejado sola en los momentos difíciles.

Junto a Aguirre ha saboreado el triunfo electoral en las tres ocasiones que han ganado el Gobierno de la Comunidad de Madrid por mayoría absoluta y junto a ella también dio sus primeros pasos en política en el Ayuntamiento de Madrid, donde la hoy presidenta y entonces teniente de alcalde le asignó un puesto de la máxima confianza.

En esa confianza y esa colaboración solo ha habido un paréntesis de cuatro años en los que Aguirre y el vicepresidente ocuparon cargos en distintos departamentos de la Administración Pública, sin perder en ningún momento la buena sintonía que siempre ha existido entre ambos.

Y es que tras el aspecto reservado del "número dos" del PP madrileño se esconde un hombre que raramente pierde la sonrisa en el rostro, amigo de sus amigos, amante de los toros, campechano y bromista cuando se siente agusto y en confianza, pero serio y firme cuando se enoja porque, por ejemplo, se siente espiado o traicionado.

Unas cualidades que Aguirre ha valorado para llenar a González de responsabilidades hasta el punto de que se ha convertido en el político que acumula el mayor número de cargos en la Comunidad y los de mayor envergadura y a poco estuvo además de convertirse en hombre fuerte de la banca de no haber sido porque Rodrigo Rato le arrebató la presidencia de Caja Madrid.

Quizá una de las muestras más palpables de la fidelidad de González a Aguirre fuera su actitud en el XVI Congreso nacional del PP que se celebró en Valencia en junio de 2008, donde Esperanza Aguirre ocupó una posición crítica hacia Mariano Rajoy tras la derrota electoral del 9 de marzo de ese mismo año.

Incluso en ese momento, cuando la postura de Aguirre no obtuvo los apoyos del partido, González se mantuvo a su lado mientras que otros colaboradores de la presidenta cerraban filas en torno al líder popular, dejando muy claro para Aguirre quién estaba con ella y quién no.

Congresos aparte, Ignacio González confiesa ser forofo del Real Madrid pero no "anti-Atlético" y lo mismo presume de ser amigo del presidente rojiblanco, Enrique Cerezo, que del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y del vicealcalde, Manuel Cobo, y según ha confesado en alguna charla informal, es capaz de arrancar a ambos la sonrisa cuando comparten mesa y mantel en celebraciones conjuntas.

González es metódico, buen negociador, dice que nunca ha hablado mal de nadie y, sobre todo, es fiel a Esperanza Aguirre que hace ocho años le dio su máxima confianza en el Gobierno de la Comunidad nombrándole vicepresidente y ayer se la volvió a otorgar en el PP de Madrid, al colocarle en el puesto de Granados, con quien era notorio que no había "feeling".

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