Imponen 5 años de tratamiento por retener con hacha a compañeros del burger

  • La Audiencia Provincial de Madrid ha impuesto cinco años de tratamiento psiquiátrico al trabajador de un Burger King de Coslada que, armado con un hacha y un machete, retuvo en 2012 a sus compañeros de trabajo y a varios clientes en el local.

Madrid, 9 oct.- La Audiencia Provincial de Madrid ha impuesto cinco años de tratamiento psiquiátrico al trabajador de un Burger King de Coslada que, armado con un hacha y un machete, retuvo en 2012 a sus compañeros de trabajo y a varios clientes en el local.

En virtud del acuerdo alcanzado antes de celebrarse la vista, el acusado deberá abonar a las víctimas un total de 5.000 euros (en 17 pagos) en concepto de responsabilidad civil.

En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía reclamaba una pena de 2 años y 3 meses de cárcel para el acusado, que se ha librado de la condena de prisión al alcanzarse una acuerdo entre el fiscal, la acusación particular y la defensa.

En lugar de la pena, el acusado será sometido a un tratamiento ambulatorio por sufrir un transtorno esquizoide de personalidad.

Los hechos tuvieron lugar el 3 de abril de 2012, cuando el trabajador, que estaba de baja por depresión y al que se le acusaba de los delitos de detención ilegal, amenazas y resistencia a la autoridad, retuvo en el establecimiento a sus compañeros de trabajo y clientes armado con una pistola de aire comprimido, un hacha y un machete.

El tribunal ha advertido al exempleado de que, durante cinco años, no puede cometer ningún delito pues de hacerlo se le aplicaría no solo la pena correspondiente a esa infracción penal, sino también la que se le imputaba en este caso.

"Piense que los seres humanos somos como un torrente y no hay que poner piedras a un torrente, hay que ir soltando poco a poco", le ha aconsejado al presidente del tribunal, que también ha advertido al acusado que si no sigue el tratamiento ambulatorio podría volverse a enfrentar a una pena de privación de libertad o a su ingreso hospitalario.

Los forenses, en atención a varios informes sanitarios, han desaconsejado tanto su ingreso en prisión como su ingreso en un hospital y han dicho que basta con que el acusado siga un tratamiento extrahospitalario de los servicios psiquiátricos de la Seguridad Social.

En este sentido, una forense ha destacado que, en el momento actual, el joven no sufre depresión aguda aunque mantiene una "frustración vital" que le hace "susceptible de realizar conductas autoagresivas", de forma que existe un riesgo "latente" por su "naturaleza y personalidad".

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