Imputan por asesinato al detenido por el desmembramiento de una niña en Japón

Tokio, 14 oct.- La policía de la prefectura de Hyogo (oeste) obtuvo hoy una orden judicial para mantener detenido a un hombre al que el juez ha decidido imputar por el asesinato el pasado septiembre de una niña de seis años cuyo cadáver supuestamente desmembró después.

El juzgado que instruye el caso ha formulado la orden ante la firme sospecha de los investigadores de que Yasuhiro Kimino, de 47 años, mató a la pequeña Mirei Ikuta, una estudiante de primaria que desapareció el pasado 11 de septiembre en la ciudad de Kobe.

El 24 de septiembre la policía detuvo a Kimino bajo la imputación de "abandono de un cadáver" (un recurso muy utilizado en los casos de homicidio y asesinato en Japón) después de que el cuerpo de la niña, desmembrado y metido en varias bolsas de plástico, fuera hallado un día antes en unos arbustos cerca de su domicilio.

Agotado el periodo de 20 días durante el cual la policía podía mantener detenido a Kimino bajo dicha imputación, y ante el avance de las investigaciones, se ha optado por atribuirle el asesinato de la pequeña para mantenerlo arrestado y progresar en las pesquisas.

De este modo, los investigadores dispondrán de otro plazo máximo de 20 días para mantener retenido al hombre hasta que la fiscalía formule una acusación por asesinato.

Según ha explicado una fuente de la investigación a la agencia Kyodo, el sospechoso ha guardado hasta el momento silencio en los interrogatorios al ser preguntado por la niña.

La policía de Hyogo halló restos de sangre de la niña en el domicilio de Kimino y también un cuchillo con el cual se cree que pudo desmembrar el cadáver.

El pasado 11 de septiembre Mirei Ikuta salió después de comer del colegio donde estudiaba cerca de su casa y aparentemente se dirigió al domicilio de su abuela, donde dejó su mochila, ante de salir a la calle.

Unos alumnos de su colegio fueron los que la vieron por última vez con vida unas horas después cerca de un parque que se encuentra a unos 600 metros de su domicilio y a medio kilómetro de los arbustos donde se hallaron sus restos.