En la Junta, que han presidido el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, y el alcalde, Pablo Diestro, se ha indicado que este importante descenso de las infracciones penales se debió a la reducción de los hechos contra el patrimonio y las personas.
Además, este buen resultado se extrapoló igualmente a la tasa de criminalidad que se situó en 17,55 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, lo que supuso situarse 11 puntos por debajo de la de Cantabria.
El Delegado del Gobierno reseñó que estos datos se basaron fundamentalmente en el descenso de los hechos que mayor alarma social causan, como son los delitos contra el patrimonio y las personas.
Los ilícitos contra el patrimonio se vieron reducidos un 19% por el trabajo preventivo realizado por la Guardia Civil y la Policía Local. A este respecto, en la Junta se destacó el descenso de los hurtos, robos con fuerza, robos con violencia o sustracciones de vehículos.
Por el contrario, se produjo un repunte en los robos en establecimientos conociéndose dos más que en el mismo periodo del año anterior.
En el transcurso de la Junta igualmente se destacaron las más de 60 actuaciones realizadas por la Guardia Civil que finalizaron en denuncias por infracciones administrativas, de las cuales 22 fueron por la tenencia o consumo de sustancias estupefacientes, siendo las mismas detectadas dentro de los servicios preventivos de seguridad ciudadana.
En la Junta también participó el comandante jefe de Policía Judicial e Información de la Guardia Civil de Cantabria, junto a otros mandos de este Cuerpo, representantes municipales y el jefe de la Policía Local.
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