Inspector imputado por corrupción reingresa en Policía por un error de forma

  • Un inspector de la Policía Nacional que afronta 44 años de prisión por el caso de corrupción policial vinculado a los burdeles Saratoga y Riviera ha reingresado en el cuerpo tras ganar un recurso ante los tribunales por un defecto de forma en su orden de suspensión de empleo.

Barcelona, 23 ago.- Un inspector de la Policía Nacional que afronta 44 años de prisión por el caso de corrupción policial vinculado a los burdeles Saratoga y Riviera ha reingresado en el cuerpo tras ganar un recurso ante los tribunales por un defecto de forma en su orden de suspensión de empleo.

Según la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, el inspector, José Javier M.P., que afronta la mayor petición de pena por el caso Saratoga-Riviera, se ha reincorporado a su destino en Barcelona tras permanecer apartado del servicio desde su detención, en el año 2007.

La Fiscalía acusa a José Javier M.P., que permaneció tres meses en prisión preventiva durante la instrucción del caso, de avisar de futuras redadas a los propietarios de los prostíbulos Saratoga y Riviera de Castelldefels (Barcelona) a cambio de regalos y dinero en metálico, aprovechando la información de que disponía por su cargo de inspector jefe de la Brigada de Extranjería.

Según adelanta hoy el periódico "El País", el agente, conocido con el sobrenombre de "Jordi", reingresó el pasado jueves 16 de agosto en la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de la Policía Nacional, la misma en la que trabajaba cuando fue apartado por ser detenido.

Al tratarse de una sentencia firme, José Javier Martín P. podrá permanecer en su puesto hasta que se dicte sentencia por el caso Saratoga y Riviera, que podría comportar su inhabilitación definitiva de probarse su participación en la trama corrupta.

En su escrito de calificación, la Fiscalía acusa al inspector de los delitos de cohecho y extorsión, y pide para él la pena más elevada de la veintena de imputados en el caso, pese a que el agente fue inicialmente ajeno a la trama e incluso llegó a iniciar una investigación interna en 2005 al sospechar de la existencia de una trama de corrupción en su unidad.

Sin embargo, los agentes supuestamente corruptos acabaron convenciéndole de que dejara de investigarles y se sumara a la trama, por lo que desde ese momento sus hijos empezaron a recibir retribuciones mensuales de empresas vinculadas a los propietarios de los prostíbulos Saratoga y Riviera, según mantiene el fiscal en su escrito de acusación.

Esta trama de supuesta corrupción, en la que están imputados otros cinco mandos y agentes de la Policía Nacional de la Unidad de Extranjería, se destapó a comienzos de 2009 y ha comportado desde entonces la clausura indefinida de los burdeles Saratoga y Riviera, a la espera de juicio.

La Fiscalía cree probado que entre los años 2002 y 2008 la trama supuestamente corrupta facilitó información a los responsables de los macro-burdeles de Castelldefels de las inspecciones que iban a producirse en sus locales a cambio de remuneraciones periódicas o puntuales en dinero o en especies.

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