Intento de inmolación saca a la calle a mil israelíes en protesta espontánea

  • Unos mil israelíes se manifestaron esta noche en Tel Aviv en una protesta montada durante el día en las redes sociales en solidaridad con el manifestante hospitalizado en estado grave tras quemarse ayer a lo bonzo para denunciar su situación.

Jerusalén, 15 jul.- Unos mil israelíes se manifestaron esta noche en Tel Aviv en una protesta montada durante el día en las redes sociales en solidaridad con el manifestante hospitalizado en estado grave tras quemarse ayer a lo bonzo para denunciar su situación.

Los manifestantes marcharon incluso por la concurrida autopista Ayalón, que rodea Tel Aviv, según las imágenes que difundieron en directo a través de su pagina web.

Antes se habían congregado frente a la sede de la Seguridad Social, a la que Moshe Silman, de 57 años, culpaba en la carta que distribuyó antes de intentar inmolarse en la manifestación en Tel Aviv con motivo del primer aniversario del movimiento local de los indignados.

"Va a ser la manifestación de la rabia", dijo Yael Ben Yefet, uno de los organizadores de la convocatoria, en la que se leyó la nota en la que Silman acusaba al Estado de Israel de haberle "robado todo" hasta dejarle al borde de la indigencia.

También gritaron que se fueran "a casa" al primer ministro, Benjamín Netanyahu, y al ministro de Finanzas, Yuval Steinitz, a quienes el hoy ingresado manifestante culpaba directamente de sus penurias, informan medios locales.

Seis personas fueron arrestadas por bloquear la vía pública, tres de las cuales fueron liberadas poco después, según los manifestantes.

El intento de suicidio de Silman, que ha causado conmoción en el país y provocado declaraciones desde la mañana tanto de Gobierno como de oposición, también inspiró protestas de menor tamaño en otras tres ciudades: Jerusalén, Haifa y Beer Sheva.

En Jerusalén unas cien personas se dirigieron hacia la oficina del primer ministro mientras coreaban "Todos somos Moshe Silman".

Tres fueron arrestadas por bloquear la céntrica calle King George, informó la Policía.

En Haifa, donde residía Silman, la protesta congregó a un centenar de personas con pancartas en las que se leía: "Toda la nación es Moshe Silman" y "Esto no es una tragedia personal, sino una política malvada".

La referencia a la "tragedia personal" es una paráfrasis de la reacción de Netanyahu, que así definió hoy lo sucedido en una reunión con ministros de su partido, el derechista Likud.

Netanyahu deseó una "completa recuperación" a Silman, que sufre quemaduras de segundo y tercer grado en el 94 por ciento de su cuerpo, y pidió a los ministros de Asuntos Sociales y Vivienda que revisen su caso.

También el presidente, Simón Peres, reaccionó al incidente, que definió como "un punto bajo para Israel".

"Todos rezamos por la recuperación de Moshe Silman. Espero que los doctores le ayuden lo más posible con su sufrimiento", dijo.

La prensa local desgrana hoy el progresivo descenso a los infiernos de Silman, cuya acción ha marcado el aniversario de la protesta en el que más de 10.000 personas salieron a las calles, casi todas en Tel Aviv.

Los problemas de Silman comenzaron a finales de 2000, con el estallido de la Segunda Intifada, que supuso un duro golpe para la empresa de mensajería que había creado tras varios años en Estados Unidos y de trabajo en trabajo.

En 2002 el Instituto del Seguro Nacional le embargó uno de los cuatro camiones de su compañía porque debía 15.000 shekels (unos 3.090 euros o 3.790 dólares).

Silman trató de recuperarlo al pagar una parte de la deuda, pero los trabajadores del Instituto estaban de huelga. Seis años después demandó a la institución, pero nunca hubo audiencia porque no podía pagar las costas judiciales.

Trabajó entonces como taxista, mientras le embargaban la cuenta bancaria y sus ahorros y los de su madre, que ejercía como avalista, iban directamente a pagar la gran deuda que tenía acumulada.

Tras la muerte de su madre hace dos años Silman sufrió un infarto y se trasladó a Haifa, donde sobrevivía con la ayuda de sus hermanos y una pensión de incapacidad de 2.300 shekels (474 euros o 580 dólares) por la pérdida del 50% de su capacidad para trabajar.

"No tengo dinero para medicamentos o el alquiler... Serví en el Ejército y hasta los 46 años fui reservista (...) No seré un sin techo. Por eso estoy protestando contra todas las injusticias que ha hecho el Estado contra mí y aquellos como yo", escribió en su nota.

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