Israel da la batalla por perdida en la ONU pero aspira a un voto de peso

Daniela Brik

Jerusalén, 6 sep.- Israel es consciente de que no logrará un amplio apoyo contra una resolución en la Asamblea General de la ONU a favor del reconocimiento de un Estado palestino, pero aspira al menos a obtener un voto de peso con el favor de EEUU y la Unión Europea.

Al menos unos 140 países reconocerán un Estado palestino independiente en Naciones Unidas a finales de mes, cuando los palestinos soliciten el apoyo internacional a esa demanda, reveló el domingo el destacado negociador palestino Nabil Shaat.

El embajador israelí ante Naciones Unidas, Ron Prosor, considerado uno de los diplomáticos de mayor trayectoria del país, alertaba recientemente a su Cancillería en una comunicación clasificada de que Israel no tenía ninguna opción de frenar el reconocimiento del Estado palestino.

Bajo el título: "Informe desde la línea de fuego en la ONU" del que informó el diario "Haaretz", Prosor vaticinaba un resultado poco halagüeño para su país, así como una visión pesimista sobre la capacidad para influir en los resultados de una eventual votación.

"A lo máximo a lo que podemos aspirar (en una votación en la ONU) es a un grupo de Estados que se abstendrán o estarán ausentes durante el voto", redactó Prosor al añadir que sus comentarios se basan en más de 60 encuentros que mantuvo en las últimas semanas con homólogos en Nueva York.

Coincide con él el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Yigal Palmor, para quien "los palestinos tienen asegurada una mayoría automática en la ONU sea cual sea su propuesta".

Sin embargo, advierte de que "la pregunta es cómo van a votar los países que verdaderamente están implicados en lo que ocurre en Oriente Medio y cuya voz cuenta de verdad", a los que Israel trata de convencer para que no voten la resolución.

El enfoque del Estado judío sobre la campaña palestina en busca de reconocimiento, ya sea a un estado de Palestina miembro pleno de la ONU e incluso un Estado que no integre la organización, sigue invariable.

Y consiste en rechazar de plano cualquier resolución en ese sentido, al considerarla "peligrosa, desestabilizadora y que paralizará el proceso negociador" entre ambas partes.

"Los palestinos se van a despertar al día siguiente muy satisfechos con la votación, pero se van a dar cuenta de que nada va a cambiar en su vida, y con la decepción y frustración e inspirados en la Primavera Árabe, puede degenerar en violencia", alerta Palmor.

Eran Shayshon, analista y líder del equipo de Seguridad Nacional del Instituto Reut, explica que "Israel está preocupado por que se establezca un Estado palestino sin arreglos en materia de seguridad con Israel".

Entre los temores que acechan al Ejecutivo israelí figura el que las fronteras sean decididas de forma unilateral, a lo que se suma la inquietud de convertirse en un país paria, aislado internacionalmente.

En opinión del analista, el peor escenario que podría afrontar Israel después de septiembre es que se produzca un alzamiento popular palestino y "tenga que retomar responsabilidades en Cisjordania, con el riesgo de no poder salir de ese atolladero".

Shayshon sostiene que ante el esperado respaldo internacional a la campaña palestina, "la batalla en estos momentos versa sobre si Israel recibirá el respaldo estadounidense y europeo".

"La llave está en el papel que desempeñe la comunidad internacional para garantizar las fronteras y seguridad", apostilla.

Otro de los debates que han aflorado en círculos diplomáticos es quién representará a Israel ante tan ardua misión en la ONU.

Fuentes en la Oficina del Primer Ministro, dijeron que Benjamín Netanyahu, está estudiando la posibilidad de no participar en la Asamblea General en esta ocasión y enviar en su lugar al presidente, Simon Peres, quien ya representó a Israel el año pasado en ese foro y goza del prestigio internacional.

Sin embargo, ya se han alzado voces contra esa medida y según diplomáticos extranjeros pro-israelíes en Nueva York, enviar a Peres podría llegar a ser contraproducente y desembocar en un mayor apoyo a la demanda palestina.

El portavoz de Exteriores israelí prefiere no entrar en especulaciones, pero deja claro que las opciones son Netanyahu, Peres, o en su defecto el canciller, el ultraderechista Avigdor Lieberman, ya que no se espera enviar a un representante de menor rango.