Israel levanta detención administrativa a palestino en huelga de hambre

  • El Tribunal Supremo israelí suspendió este miércoles la orden de detención administrativa contra el preso palestino Mohamed Allan, actualmente en huelga de hambre, pero decretó que debe seguir hospitalizado.

"Debido la condición médica en la que está el peticionario, este va a seguir en cuidados intensivos", decretó la corte en un dictamen, al que tuvo acceso la AFP. "Esto significa que por ahora, dado el estado de salud del peticionario, la orden de detención administrativa no está activa".

El caso de Allan, que lleva dos meses en huelga de hambre y cuya vida corre peligro, ha colocado a las autoridades israelíes bajo fuerte presión, ante el temor de que si muere haya una nueva escalada de violencia en los territorios palestinos.

El preso se despertó el martes, tras varios días en coma, y comunicó a los médicos que iba a continuar con su huelga de hambre y que si Israel no resolvía el caso en 24 horas iba a pedir el cese de todo cuidado sanitario y dejaría de beber agua.

La corte estimó que por ahora Allan debe ser tratado como cualquier otro paciente.

"Su familia y amigos van a poder visitarlo, no como un preso, siempre respetando las instrucciones de los médicos para visitar a los enfermos", sostuvo el tribunal.

El palestino inició su huelga de hambre el 18 de junio, precisamente para protestar contra la renovación de su detención administrativa, una figura que permite a las autoridades israelíes detener a palestinos por un periodo de seis meses, renovable, sin necesidad de una acusación legal.

Uno de los abogados de Allan, Jamil al Jatib, subrayó que "según el último parte médico, el cerebro (de su cliente) se encuentra afectado", a causa de los dos meses de huelga de hambre, sin consumir nada salvo agua.

Chezy Levy, director del hospital, confirmó los problemas cerebrales. "Mohamed comenzó gradualmente a perder contacto con su entorno, sus frases no eran coherentes", dijo a la prensa, "lo que podría indicar un problema cerebral".

Estos daños quizás sean reversibles y están siendo tratados por los médicos, dijo. "Los daños en sí mismos no ponen su vida en peligro, pero se inscriben en un contexto general en el cual, él sí pone su vida en peligro".

Para sus partidarios, su estado de salud constituía una razón suficiente para liberarlo inmediatamente puesto que no puede representar un peligro para Israel.

Varios medios de comunicación israelíes habían indicado que Israel estaba dispuesto a liberarlo si su cerebro hubiera sufrido daños irreversibles.

La suerte de Allan, quien movilizó a la opinión pública palestina, se ha convertido en un rompecabezas para el gobierno de derecha de Benjamin Netanyahu, consciente de que su eventual muerte podría provocar una nueva escalada de violencia.

Abogado en Naplusa, en el norte de la Cisjordania ocupada, Allan es presentado como uno de sus miembros por la Yihad islámica, señalada como organización "terrorista" por Israel. Este movimiento advirtió que no mantendría la tregua actual en caso de que muriese.

Antes de la decisión del tribunal, el ministro de Seguridad interior, Gilad Erdan, estimó en un comunicado que la liberación de Allan "recompensaría su huelga de hambre y podría animar a emprender huelgas similares masivas entre los detenidos bajo seguridad, que encontrarían así otra manera de chantajear al Estado de Israel".

Según los servicios penitenciarios israelíes, 340 palestinos están actualmente en detención administrativa.

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