El incidente violento puso en evidencia el estancamiento en el diálogo mediado por Estados Unidos entre Israel y el presidente palestino, Mahmud Abas, cuya estrategia de paz se ha visto minada por la hostilidad de Hamás, además de la constante construcción de asentamientos judíos en territorios ocupados.
El 'impasse' ha provocado esporádicos ataques con cohetes este mes desde Gaza, que obtuvieron como respuesta ofensivas aéreas israelíes. El viernes, un grupo de palestinos tendió una emboscada a unos soldados que, según el Ejército, habían cruzado la frontera para desarmar una mina. Dos soldados de infantería murieron y otros dos resultaron heridos.
El enfrentamiento, en el que los israelíes dijeron haber matado a dos palestinos armados, fue el más violento desde la guerra de tres semanas contra Gaza que finalizó a principios de 2009.
Unos 1.400 palestinos, en su mayoría civiles, y 13 israelíes murieron en la ofensiva lanzada por el Estado judío.
Ataques en defensa propia
Hamás dijo que sus hombres intervinieron en el enfrentamiento fronterizo en defensa propia. La declaración provocó amenazas encubiertas de una escalada por parte de Israel.
"Nos hemos habituado a ver a grupos disidentes (palestinos) llevando a cabo ataques y a Hamás intentando calmar las cosas. Posiblemente está perdiendo su poder, por toda clase de razones", dijo el viernes a la televisión israelí el ministro de Defensa, Ehud Barak.
"Si ese fuera el caso, entonces también veremos ramificaciones en Hamás (...) No tenemos interés en volver a la región a lo que era en el pasado", agregó.
Médicos en Gaza dijeron que un civil de 23 años murió en el enfrentamiento y que otros cinco palestinos resultaron heridos. Hamás y otra facción que participó en el choque dijeron que no tuvieron bajas.
Israel capturó Gaza, junto con Cisjordania y Jerusalén Este, durante una guerra en 1967. Se retiró unilateralmente de Gaza en 2005, pero ha expandido los asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este. Los palestinos desean formar un Estado con todos esos territorios.
Resistiendo a la presión estadounidense en lo que analistas describieron como un frío encuentro con el presidente Barack Obama esta semana en Washington, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el Estado judío no dejará de construir en áreas de Cisjordania que se anexionó a Jerusalén Este.
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