Jack bailó con Phyllis y jamás lo olvidó: la emotiva historia de amor de dos ancianos

Para muchos las verdaderas historias de amor solo ocurren en las películas. Pero aunque parezca una producción del mejor estudio de cine estadounidense, el amor incondicional y sin barreras existe también en la vida real.

Así es la historia de Jack y Phyllis, un matrimonio inglés que llevan juntos prácticamente toda la vida y que conocemos gracias a Wereblog. Sin duda una de las historias más románticas que podemos encontrar y que demuestra que el amor existe.

Jack Potter conoció a la que se convertiría en su mujer en un baile durante la Segunda Guerra Mundial, el 4 de octubre de 1941. Este día dio comienzo su aventura y es el inicio de esta bonita historia, ya que Jack lo escribió en su diario: "He ido a un baile. Ha sido una tarde maravillosa y he bailado con una chica muy agradable. Espero verla de nuevo".

Desde este momento Jack fue recogiendo todo lo que vivía con Phyllis en su diario, cada detalle, cada conversación, cada historia e incluso guardó fotografías de su mujer con sus inseparables perros a los que tanto amor tenía.... Una costumbre que heredó de su padre siendo tan solo un niño. 16 meses después los Potter ya eran un matrimonio y durante los últimos 70 años, él fue registrando en su inseparable diario todos los momentos felices que los dos compartían. "Era una pareja de baile increíble y una mujer mayor. Definitivamente fue amor a primera vista..." cuenta Jack.

Por desgracia la edad hizo mella en la salud de Phyllis, que fue diagnosticada con demencia y tuvo que ser trasladada a una residencia donde la pudiesen cuidar. Pero eso no ha sido un impedimento para que este matrimonio siga tan unido como el primer día. Jack visita cada día a su mujer y para hacer frente a su enfermedad lee sus diarios a su esposa como si de una novela romántica se tratase.

A pesar de todos los impedimentos que han podido encontrar, este matrimonio continuaba profesando su amor mutuo a diario. Jack yendo a leer cada historia de su propia vida a su mujer, y ella despidiéndolo con un abrazo y un beso en la mano cada día. Así lo demuestra que incluso llegaron a celebrar su 70 aniversario juntos como tantos años antes habían hecho.