José Blanco, el sucesor en la sombra

  • Su nombre ha perdido fuerza en las quinielas sobre la sucesión, pero no hay que olvidarle. Tiene el control del partido y poco a poco ha ido ganando terreno. Analizamos las posibilidades del ministro de Fomento en la serie de perfiles sobre los posibles sustitutos de Zapatero ante una hipotética salida del líder socialista.
José Blanco (Ilustración Raúl Arias)
José Blanco (Ilustración Raúl Arias)
lainformacion.com
Beatriz Toribio

Hace algo más de un año, cuando la crisis arreciaba y el desgaste del presidente del Gobierno se hacía más evidente, todo el mundo miraba hacia José Blanco como el más que posible sucesor de Zapatero. Hoy son Carme Chacón, Patxi López y otros quienes encabezan las quinielas. Pero no hay que descartar a José Blanco.

El ministro de Fomento ha logrado hacerse con el respeto de los suyos y de sus adversarios. Tanto, que ya casi nadie se refiere a él como 'Pepiño'. Es José o Pepe Blanco. Atrás quedó 'Pepiño'.Zapatero le encargó poner en orden el PSOE desde la secretaría general y así lo hizo. Este gallego de 48 años es de esos políticos que resisten, que escalan poco a poco y a los que no les tiembla el pulso.

Siempre ha sido fiel a su amigo José Luis Rodríguez Zapatero, a quien conoció cuando era diputado por Lugo. Después Blanco se uniría al grupo de la Nueva Vía que alzó al ahora presidente del Gobierno. "Su gran baza es que tiene el control del partido. Podría ganar cualquier votación. Y aunque haya delegado en Leire Pajín primero y Marcelino Iglesias después, sigue muy volcado en el día a día" explica Rafael Rubio, socio director de Dog Comunicación.


Un ministro que también ejerció de portavoz

Se dice que Blanco renunció en varias ocasiones a sus ansias de acceder al Gobierno pata cumplir con esta tarea. Finalmente, su trabajo fue recompensando con el Ministerio de Fomento, desde donde su imagen empezó a subir como la espuma.De hecho, en 2010 era él quien tenía el protagonismo que ahora se ha pasado a Rubalcaba: ejerció de portavoz anunciado que el Gobierno subiría los impuestos a los que más tienen; metió mano a los escandalosos sueldos de los controladores, despuntando en las encuestas; logró sacar adelante un decreto con serios recortes para este colectivo que le permitió ganar adeptos y colocarse entre los ministros mejor valorados.

Fue quien más y mejor defendió por todos los platós de televisión el decretazo de Zapatero que incluía recorte del sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones. Incluyó en su ronda al programa La Noria creando gran polémica. Pero él sabía que era la mejor forma de entender el mensaje del PSOE a más de tres millones de personas, en su mayoría jubilados.


Un cambio de imagen medido

"Desde que llegó al Ministerio de Fomento, Blanco ha tenido un cambio de imagen muy pensado. Antes aparecía como un político muy partidista, radical y algo agresivo mientras que ahora está consolidado, recibe incluso alabanzas de sus enemigos más encarnizados, ha suavizado su tono y se acerca más a la imagen de un hombre de Estado" explica Rafa Rubio. Es muy conocida su buena relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Desde que llegó el último cambio de Gobierno- el séptimo- Blanco casi ha desaparecido. La mejor prueba de ello es que en la reedición de la crisis de los controladores fue Alfredo Pérez Rubalcaba quien lideró el pulso contra este colectivo que dejó a más de 300.000 personas bloqueadas en los aeropuertos españoles.

Marcando distancias

Blanco, junto con Chacón está saliendo airoso del desgaste del Gobierno. ¿Por qué? Porque ambos están poniendo distancia respecto al mensaje y gestión del presidente. Es como si hubiera cambiado de estrategia al darse cuenta de que seguir al lado de Zapatero puede llevarle a hundirse con él. "Es curioso que dentro del partido la gente tiene claro que hay muchas diferencias entre ambos: 'Blanco no es Zapatero' te dicen. Pero es cierto que se aprecia un cierto despegue. Ante era como su escudero y ahora no es fácil encontrarles juntos ni en un mitin o un acto de Gobierno" añade el socio director de Dog Comunicación.

Quienes le conocen aseguran que Blanco ni se plantea suceder a Zapatero de cara a las elecciones de 2012. "Es mucho más listo que eso" dice un diputado socialista. Hacerlo, sería inmolarse- "Sabe que son unas elecciones perdidas y a diferencia de Alfredo Pérez Rubalcaba tiene tiempo para presentarse en otra ocasión. En cambio para Rubalcaba 2012 es su última oportunidad", afirma Rubio.

Esperando su momento

Su ansia por el poder es conocida y su olfato político también. Por eso siempre estará ahí, en la retaguardia, para cuando llegue su momento. Dicen en su entorno que nunca se enfrentará a Zapatero pero que eso no quiere decir que esté dispuesto a desaparecer con él.

La eficiencia es otra de las cualidades de José Blanco. Ha demostrado que sabe lidiar con crisis: lo demostró con los controladores, con el cierre de Aircomet y con el caos aéreo que provocó la nube volcánica originada en Islandia. De todas salió airoso.

En contra, Blanco tiene su pasado, en opinión de Rafael Rubio. El duro tono de algunas de sus declaraciones contra el PP y algunas actitudes –como su oposición a Tomás Gómez como secretario general del PSM- pueden saltarse a la cara en una hipotética carrera por el liderazgo. También hay quien apunta a su falta de carisma. Aunque Blanco ha ganado muchos puntos desde que es ministro, su imagen "no termina de convencer" explican fuentes parlamentarias. Esto y su 'ausencia' de los focos mediáticos pueden explicar que de codearse con Rubalcaba y Chacón ha pasado a ser el octavo ministro mejor valorado, según el último CIS.

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