José Cendón: "Los medios de comunicación tenían que haberse callado durante el secuestro del Alakrana"

  • El fotoperiodista gallego que estuvo secuestrado más de 40 días en Somalia acaba de publicar un libro titulado "Billete de Ida".
José Cendon | Petterik Wiggers/Panos Pictures
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lainformacion.com
David González / Aviondepapel.tv
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El fotoperiodista gallego José Cendón (Caracas, 1971) estuvo secuestrado más de 40 días en Somalia por piratas de tierra. Hace hoy justo un año de todo aquello. La publicación de su libro "Billete de Ida" ha coincidido –trágicamente- con el secuestro y la liberación del pesquero español Alakrana. Nadie mejor que Cendón para dar una visión, algo más fiable, de qué ocurre en un país como Somalia, asolado por una crisis humanitaria, la piratería y la corrupción.

En esta entrevista, el fotoperiodista también critica la actitud de los medios de comunicación españoles, antes de que los marineros del Alakrana fueran liberados. Cendón declara que la presión de la opinión pública en España corría a favor de los piratas, que entorpeció la negociación y que el ruido mediático encareció el pago del rescate.

¿Crees que los medios de comunicación españoles han realizado una mala labor con la cobertura del secuestro del Alakrana?

Sí. Cuando al periodista británico Colin Freeman y a mí nos secuestraron hace un año, los medios británicos activaron el black out o silencio informativo por motivos de seguridad. A los periódicos anglosajones les interesa mucho más las vidas de los secuestrados que la cobertura de la noticia.

Ellos informan del secuestro y de la liberación para que la presión en la opinión púbica no juegue a favor de los piratas. Los medios españoles se tenían que haber callado para no encarecer el rescate ni entorpecer las negociaciones. Gracias al Partido Popular y a los medios de comunicación, seguramente, se ha pagado más.

Porque en España parece que había una carrera contrarreloj por informar…

No creo que los marineros del Alakrana corrieran ningún peligro, pero no es normal que cuando decían que por favor no los telefonearan, los periodistas seguían llamándolos. Los  somalíes son muy buenos negociadores, tanto en las acciones legales como en las ilegales. Si los piratas dejaban hablar a los secuestrados es porque estaban interesados en ello para poder obtener un botín más alto.


O sea, que los piratas tienen contacto con sus compinches en tierra que les van informando de lo que ocurre en el país de origen de los marineros…

Ellos están formados en clanes y tienen acceso a internet. No es seguro que estén coordinados, pero, si existe revuelo mediático en España, sus colegas puede que se lo comunicaran desde tierra.


¿Realmente se informa bien en la prensa internacional de lo que sucede en Somalia?

Los somalíes te cuentan lo que tú quieras por 100 dólares. Las informaciones que llegan a Europa o Estados Unidos son erróneas, desde las del New York Times a las de la BBC. Ninguno de los grandes medios está allí presente para conocer con certeza lo que sucede. Sólo algunos periodistas desprotegidos y free lance se adentran sobre el terreno.

Por ejemplo, en mi libro "Billete de Ida" reflexiono sobre la falsedad de que los piratas viven en mansiones de lujos, se corren orgías o conducen cochazos. Algunas informaciones retrataban Eyl, la capital pirata de Somalia, como si fuera la Costa Azul francesa: y no es así. Es un poblacho de barcazas. Si usáramos el mismo baremo de fuentes y ética para publicar una noticia como lo hacemos en Europa, de Somalia no se publicaría nada. El 90% de las noticias son mentiras, porque las fuentes no son fiables. Yo mismo no sé mucho de Somalia, porque carezco de información de primera mano. Sólo tenemos segundas o terceras fuentes y no te crees ni la mitad porque es un país peligrosísimo.  

En "Billete de Ida" no sólo relatas tu secuestro por piratas de tierra en Somalia, sino que también planteas interrogantes sobre el país…

Sí, intercalo esa experiencia, pero también la historia de un país víctima de una crisis humanitaria y los secuestros de periodistas que he ido cubriendo. Por ejemplo, los secuestros de dos compañeros de Australia y Canadá que, precisamente, hoy jueves 26 de noviembre han liberado y que llevaban capturados desde agosto. Sus gobiernos se negaban a pagar rescate, porque tienen una política de no negociar con secuestradores y terroristas.


¿Y quién paga entonces?

(Silencio).

¿Se ha pagado más por la liberación del Alakrana de lo que se ha publicado?

Normalmente, las cantidades que se publican son menores de las que realmente se han pagado.


¿La piratería en Somalia tiene solución?

Es complicado. Lo que nadie cuenta es que en Somalia, hasta hace muy poco, la piratería había desaparecido. En 2006, los EE UU propiciaron la invasión del ejército etíope en Somalia para derrocar al Tribunal Islámico que gobernaba el país, acusándoles de ser terroristas de Al Qaeda. El Tribunal Islámico era un régimen moderado que consiguió en seis meses llevar la paz al país, abrir el puerto y el aeropuerto y mejorar las cosas, entre ellas, acabar con la piratería. Los EE UU han sido cómplices de los crímenes de guerra que cometieron en Somalia los etíopes. Ocurren cosas tan curiosas como que el líder anterior del Tribunal Islámico fue acusado por los estadounidenses de terrorista y ahora ha regresado al poder apoyado por ellos.

Sin embargo, además de la piratería existe otro problema en Somalia. Son los residuos tóxicos que Occidente vierte en las costas somalíes y que sirve de excusa para los piratas.

¿En qué sentido?

Los países occidentales vierten su basura tóxica en esas costas, porque les cuesta dos dólares la tonelada, frente a los 1.000 dólares que les costaría hacerlo en otras costas. Ello está causando enfermedades desconocidas en la población y durante los años 80 y 90 fue una de las causas con las que se excusaban los piratas para atacar los barcos extranjeros.

¿Y si la piratería no tiene solución por qué los barcos españoles siguen pescando en aquellas aguas?

España es un país puntero en la pesca ilegal en Somalia, según un informe oficial de Noruega. No entiendo por qué algunos familiares (no los gallegos sino los vascos) de los marineros del Alakrana culpaban al Gobierno. Nadie les exige a los armadores responsabilidades. Y, por lo menos, al Gobierno habría que mostrarle agradecimiento por la ayuda prestada. Yo voto en blanco y no soy de ningún partido, pero los responsables son los armadores que pescan allí, incluso fuera del perímetro de seguridad.

La promoción de tu libro "Billete de Ida" ha coincidido con el secuestro del Alakrana. Imagino que te habrán tachado de oportunista…

(Risas) Sí, me lo han dicho. Es como si yo hubiese pagado a los piratas para que secuestraran el Alakrana (bromea). La promoción ha sido extenuante. Entrevistas desde las siete de la mañana hasta la una de la madrugada. 

¿Por eso te has ido a París (lugar desde donde lo entrevistamos telefónicamente)?

Sí.

¿Qué harás hoy, aniversario de tu secuestro?

Llamar a Colin Freeman para felicitarlo por nuestro aniversario (risas) e ir a cenar con una amiga que también fue secuestrada cuando trabajaba con una ONG en África.

¿Volverás a las coberturas de guerra en África, desde tu casa en Ruanda?

No creo. Me marcho pronto a Sudáfrica, a Ciudad del Cabo. Llevo muchos años en África cubriendo conflictos bélicos y me apetece cerrar ese periplo con reportajes fotográficos más sociales, en un país que está a punto de celebrar un Mundial de Fútbol.

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