Jueces y fiscales reconocen que no veían sintonía entre Torres-Dulce y el Gobierno

    • Los fiscales afirman que siempre ha habido presiones del Ejecutivo hacia el Ministerio Público: "no sólo con el Fiscal General, sino también con otros"
    • Los fiscales progresistas han lamentado la triste imagen que da el que un Fiscal General tenga que dimitir "porque discrepe con un ministro".
Torres-Dulce comparte el criterio del juez Ruz de considerar a Ana Mato responsable a título lucrativo
Torres-Dulce comparte el criterio del juez Ruz de considerar a Ana Mato responsable a título lucrativo

La dimisión del Fiscal General del Estado, ha sido recibida con sorpresa entre las asociaciones más representativas de la carrera judicial.

Elportavoz de la Asociación de Fiscales, Emilio Frías, aseguró haber tenido conocimiento a través de la prensa de la dmisión del Fiscal."Ignoramos si hay otras causas y si realmente obedecen motivos personales, eso es lo único que sabemos", afirma este portavoz. Acerca de posibles presiones del Ejecutivo, Frías ha recordado que las tensiones entre fiscalía y Gobierno "siempre hay, no sólo con el fiscal general del Estado, también con otros fiscales".

La Asociación de Fiscales ha mostrado su "tristeza" por la marcha de Torres Dulce. Le califican como un "referente para la asociación" y del que destacan su preocupación en la "defensa de la autonomía del ministerio fiscal y de la carrera fiscal".

Las asociaciones de fiscales han respaldado a Torres Dulce en la controversia generada por la interposición de la querella contra el president de la Generalitat, Artur Mas, su vicepresidenta, Joana Ortega, y la consejera de Educación, Irene Rigau, por delitos de desobediencia, malversación de fondos públicos, prevaricación y obstrucción o usurpación de las funciones de la justicia.

"Celebramos que funciona perfectamente la posibilidad de discrepar, que podamos discutir con un jefe y que, al final, funcione el procedimiento y resuelva el superior jerárquico", apuntó entonces Frías.

Más críticos con la renuncia se muestra la Unión Progresista de Fiscales (PFF). "Creo que se deberían dar más explicaciones, es una figura importantísima desde el punto de vista institucional", considera su portavoz, Álvaro García.

En opinión de García, las evidentes tensiones con el Ejecutivo no deberían haber sido motivo para la dimisión. "Damos una triste imagen al pensar que el fiscal general al discrepar con un ministro de Justicia tiene que dimitir. Tendría que ser al contario", ha lamentado, "El nombramiento de este cargo es de confianza, pero el ejercicio de sus funciones ha de hacerse con total autonomía".

En el centro de esas discrepancias, este portavoz sitúa algunas de las últimas reformas del ministerio, como el anteproyecto de ley de enjuiciamiento criminal, y también "el poco peso institucional" que ha tenido en algunas de estas decisiones. "En el terreno personal, era una persona exquisita con la carrera fiscal. En el institucional, entendemos que no ha hecho valer la figura del fiscal general con la importancia institucional que tiene".Falta de sintonía

Las discrepancias entreel fiscal general y el equipo del ministerio de Justicia, especialmente en los últimos tiempos del exministro Gallardón, no era ningún secreto en el ámbito judicial. "Aunque la dimisión pueda ser una sorpresa por el momento en que se produce, en realidad no lo es en sí. Efectivamente, ya en sus propias declaraciones se deducía malestar y que no había sintonía jurídica", señala Marcelino Sexmero, portavoz de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria.

El alejamiento empezó a gestarse especialmente a raíz de conocerse el proyecto de Gallardón para la reforma del Código Procesal Penal, que no cubría la aspiración de Torres-Dulce para que los fiscales pudiesen ser responsables de la instrucción penal. En la marcha, según Sexmero, habrían influido varias decisiones "de calado político", que en los últimos tiempos han provocado una tensión conocida con el Ejecutivo.

"Ignoro si han podido existir presiones, pero lógicamente cuando el ministerio fiscal y el de Justicia no están agusto, surgen presiones o situaciones que pueden provocar que alguna parte ceda, y en este caso es lógicamente el fiscal general", afirma.

Desde esta asociación también subrayan la defensa de Torres-Dulce por defender la "máxima independencia de la institución en un momento muy difícil". "Ha acreditado que ha sido un buen fiscal general, y hay que valorar su actitud en estos tres años, en los que hemos tenido grandes problemas en la justicia", señala este portavoz de la magistratura.

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