Juicio contra neonazi alemana queda interrumpido por petición de su defensa

  • El juicio contra la neonazi alemana Beate Zschäpe, superviviente del grupo Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) y acusada del asesinato de nueve inmigrantes y una agente de la policía, quedó interrumpido hoy, poco después de su inició, a petición de la defensa de la procesada.

Berlín, 6 may.- El juicio contra la neonazi alemana Beate Zschäpe, superviviente del grupo Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) y acusada del asesinato de nueve inmigrantes y una agente de la policía, quedó interrumpido hoy, poco después de su inició, a petición de la defensa de la procesada.

Los tres abogados de oficio de Zschäpe solicitaron la suspensión del proceso por supuesta parcialidad del juez, Manfred Götzl, con el argumento de que se había ordenado el registro de los letrados, en busca de armas, pero no de la fiscalía o los funcionarios de la Audiencia Territorial de Múnich, donde se celebra el juicio.

Tras varias deliberaciones, el propio juez anunció que la decisión al respecto se dará a conocer el 14 de mayo.

El juicio se había abierto con una exhibición de "normalidad" por parte de la procesada, de 38 años y acusada de pertenencia a grupo terrorista y asesinato múltiple, que se presentó en la sala, con un correcto traje oscuro, y aparentando absoluta serenidad.

A la petición de la defensa siguió una interrupción de veinte minutos, tras lo que se reanudó la vista, pero fue de nuevo interrumpida por una segunda solicitud de la defensa.

La apertura del juicio estuvo envuelta en un gran despliegue mediático y grandes medidas de seguridad, ya que es la primera vez que se atribuye terrorismo en Alemania a crímenes de la ultraderecha.

La existencia de la NSU salió a relucir de forma fortuita, después de que Zschäpe se entregara, el 8 de noviembre de 2011, tras incendiar la casa de Zwickau (este del país) donde había convivido con los otros dos miembros de la NSU, Uwe Böhnhard y Uwe Mundlos.

Sus dos compañeros habían aparecido muertos cuatro días antes en una autocaravana, en lo que se consideró un doble suicidio de dos delincuentes acosados por la policía tras atracar un banco.

En esa casa de Zwickau se encontraron las pistas y el arma con que habían muerto asesinados los inmigrantes en distintos puntos del país, mientras que la propia Zschäpe difundió antes de entregarse macabros vídeos donde el grupo se jactaba de sus crímenes.

Los tres neonazis se financiaron atracando bancos y, además de los diez asesinatos que se imputan a Zschäpe, cometieron en 2001 y 2004 dos atentados con bomba en Colonia.

A Zschäpe se la juzga junto a cuatro presuntos cómplices de la NSU, cuyos vínculos con otros ultraderechistas se revelaron tan tardíamente como todo lo que rodea al caso y en medio de sospechas de inoperancia o encubrimiento policial con esos círculos.

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