Buenos Aires, 10 jun.- La Justicia argentina sobreseyó al exministro del Interior del Gobierno de Carlos Menem (1989-1999) Carlos Corach en la causa por las presuntas irregularidades en la investigación del atentado contra la mutualidad judía AMIA, en 1994, en el que murieron 85 personas, informaron hoy fuentes judiciales.
Corach estaba imputado por un supuesto pago ilegal de 400.000 dólares al acusado Carlos Telleldín, para que involucrara en la investigación del atentado a un grupo de policías bonaerenses.
El juez Ariel Lijo consideró que "las pruebas incorporadas a la causa no reúnen el estado de sospecha necesario para sostener que haya tenido intervención en la investigación, sea vinculada con el pago de los 400.000 dólares que recibió Carlos Alberto Telleldín luego de que se le ampliara la declaración indagatoria".
A pesar de que algunos testigos mencionaron a Corach, Lijo valoró que no es un motivo suficiente para iniciar una indagatoria.
"Más allá de las distintas invocaciones a lo largo del expediente, no cuento con ninguna prueba fáctica que me lleve a sospechar, con el grado de certeza requerido en esta instancia, que (Corach) fue quien facilitó el pago de 400.000 dólares a Carlos Alberto Telleldín", señala el magistrado en su resolución.
"Tampoco que haya realizado alguna conducta activa que haya condicionado el descargo del entonces imputado para que éste involucrara a funcionarios de la Policía bonaerense", añade.
En la misma resolución, Lijo sobreseyó al excomisario de la Policía bonaerense Antonio Armando Calabró y a los expolicías Sebastián Menno y José Jofré.
También a los exsecretarios del exjuez federal Juan José Galeano, que fue cesado de su cargo en 2005 "por mal desempeño" en la instrucción de la causa.
Veintidós personas, entre ellas varios expolicías, acusados de complicidad en el atentado de la AMIA, fueron absueltos por falta de pruebas en septiembre de 2004, tras casi tres años de juicio oral.
El de la AMIA fue el segundo de los ataques terroristas contra objetivos judíos en Argentina, tras el atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires, cometido el 17 de marzo de 1992 y que causó la muerte de 29 personas.
La comunidad judía atribuye a Irán y a Hizbulá la planificación y ejecución de ambos atentados.
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