Kirchner acusa a Macri de "maltratador" en plena guerra por el traspaso presidencial

    • Este jueves se celebrará la tradicional ceremonia de relevo de poder en Argentina, pero la presidenta saliente se niega a realizar el acto en la Casa de Gobierno.
    • El líder de la coalición Cambiemos advierte que, si no acepta, recibirá la banda presidencial de manos del titular de la Corte Suprema. "Me ha faltado el respeto", afirma ella en Twitter.
Cristina vs Macri
Cristina vs Macri

Parece un culebrón de desencuentros y cruces verbales, pero desgraciadamente ocurre en la realidad. Como telón de fondo, en juego está nada menos que el respeto al símbolo de las instituciones de la Argentina, que algunos parecen menospreciar con sus actitudes. La última batalla que ha decidido librar Cristina Kirchner contra el presidente electo Mauricio Macritiene como objeto la ceremonia de toma de posesión presidencial, prevista para este jueves.

Precisamente, el país sudamericano asistirá en pocas horas a un recambio histórico. Tras más de una década de kirchnerismo, asumirá en el poder Macri, un hombre que llega a la Casa Rosada de Buenos Aires surgido de un partido que no es de los históricos Justicialista (Peronismo) o Unión Cívica Radical (UCR).

Macri acaba de recibir una serie de acusaciones gravísimas por parte de la presidenta saliente, que disparó a través de Twitter toda su habitual verborragia y le llamó "maltratador" de mujeres, entre otras cosas. El objeto de la pelea, por más que suene insólito, es la ceremonia de asunción. Todo comenzó la semana pasada, cuando el líder de la coalición Cambiemos anunció que realizaría el acto en la Casa Rosada de Buenos Aires. En sus planes está que, tras jurar como presidente en el Congreso argentino, la propia Cristina Fernández le entregue la simbólica banda en la Casa de Gobierno, tal y como establece el protocolo de Presidencia.

Pero Cristina opina lo contrario. Considera que el lugar adecuado para hacerlo es el Parlamento argentino. Para ello invoca a la Constitución Nacional. En el fondo, no son pocos los argentinos que piensan que Kirchner busca excusas para no asistir a la ceremonia de traspaso, que la tendrá como inevitable co-protagonista, lo que significaría un bochorno sin precedentes en la Historia argentina. La entrega simbólica de mando no es menor: la imagen quedará guardada para siempre en el recuerdo colectivo del país. La mandataria saliente siente aversión por su sucesor, y esto ya no es secreto para nadie."No pienso seguir tolerándolo"

Por estos motivos, ante la diferencia de posturas, Macri la ha llamado por teléfono para dejar en claro que no piensa ceder. Después de ese breve diálogo, la viuda de Néstor Kirchner incendió las redes sociales. "El presidente electo me ha dicho que debo esperarlo en la Casa Rosada después de que el jure y hable en el Congreso. Me ha gritado y me ha maltratado por teléfono. No pienso seguir tolerando en silencio, como hasta ahora, el maltrato personal y público que me viene dispensando", escribió en una catarata de tuits.

"Debo reconocer que el maltrato de esa llamada telefónica que me hiciera (Macri) me resultaba inexplicable y casi increíble. En un país hostigado por los buitres, con un mundo convulsionado económica, política y militarmente, que nos exige extremar unidad nacional, ideas y acciones para que la recesión y la violencia global no nos alcancen, el episodio telefónico me resulta inexplicable", agregó. Y fue más allá: "Hasta aquí llegó mi amor. Al presidente electo le recuerdo tres cosas: que no soy su acompañante, que no es su fiesta de cumpleaños, y que no pienso seguir tolerando esto".Porque debo reconocer q el maltrato de esa llamada telefónica que me hiciera el presidente electo me resultaba inexplicable y casi increíble— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) diciembre 6, 2015

¿Qué sucederá el próximo jueves? Macri advierte que si Kirchner no acude a la Casa Rosada, quien deberá entregarle el bastón y la banda presidencial es el presidente de la Corte Suprema de Justicia. De manera inexplicable, ahora también han surgido nuevas diferencias. Para el presidente electo, su mandato comienza a las cero horas del jueves. Para Cristina, su gestión finaliza a las 24 del 10 de diciembre. Un nuevo round asoma entre ambos, ante la incredulidad de Argentina y el mundo.

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