La acusación popular se ratifica en pedir 25 años de cárcel para La Manada

  • Tanto el Ayuntamiento de Pamplona como el Gobierno de Navarra solicitan una indemnización a la denunciante de 250.000 euros.
Los detectives defienden la realización del informe en el caso de "la manada"
Los detectives defienden la realización del informe en el caso de "la manada"

Los letrados de las acusaciones populares ejercidas por el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra se han ratificado hoy en sus peticiones de más de 25 años de cárcel para cada uno de los cinco procesados por la supuesta violación grupal a una joven madrileña en los sanfermines de 2016.

En concreto, la acusación popular ejercida por el Ayuntamiento de Pamplona pide 25 años y 6 meses de prisión para cada uno y la del Gobierno de Navarra, 25 años y 9 meses de prisión. Ambas piden una indemnización a la denunciante por parte de los procesados de 250.000 euros.

Víctor Sarasa, el abogado del Ayuntamiento de Pamplona, ha reprochado a los acusados que su colaboración con la policía haya sido "la justa", pese a lo que ellos sostienen.

Ha añadido que su actitud en la presunta violación fue "mecánica", lo que indica a su juicio que sabían lo que hacían, como evidencia el hecho de que retiraran las tarjetas del móvil de la joven para evitar su localización.

Se ha referido también, para negar la voluntad de la joven de mantener relaciones sexuales, al hecho de que no tomara anticonceptivos y tampoco se planteara el uso de preservativos.

Ildefonso Sebastián, letrado del Gobierno de Navarra, se ha adherido a la exposición de la acusación particular y la del fiscal.

Asimismo ha sostenido que la joven madrileña mantuvo la "coherencia" en su declaración, que ha calificado como "fundamental", y ha destacado que tanto la pareja que la encontró en un banco de la Avenida Roncesvalles como los primeros agentes de la Policía Municipal que la atendieron se ratifican en sus declaraciones sobre el estado de nerviosismo de la chica.

Sobre el testimonio de los acusados, ha argumentado que carece de "espontaneidad" y que la joven -que entonces tenía 18 años- era "especialmente vulnerable por su edad y situación".

"Se encontraba sola, en una ciudad que no conoce, a la que había llegado unas pocas horas antes", ha subrayado, para añadir que "en ningún momento hay un consentimiento" por parte de la joven a mantener relaciones sexuales con los procesados.

Mostrar comentarios